Descontento en Carabanchel por las reformas en el Área Canina

Espacio limitado y dudas sobre las varias reparaciones

Las reformas en el área canina, ubicada entre las calles Marcelino Camacho y General Ricardos en el distrito de Carabanchel, han generado un ambiente de indignación entre los vecinos y propietarios de perros. A pesar de la intención de mejorar el espacio, parece que las necesidades de la comunidad han sido pasadas por alto, lo que ha llevado a un creciente descontento en un sector que considera este lugar esencial para la convivencia con sus mascotas.

A lo largo de los años, los dueños de perro han solicitado diversas modificaciones a las autoridades locales. Entre estas se encuentran la nivelación del muro cercano a la acera, la retirada de la valla de madera, la instalación de una papelera para desechos y la sombra de algún árbol, así como la reposición de tierra. Sin embargo, desde que comenzaron las obras, las promesas de mejora se han visto ensombrecidas por rumores que indican una posible reducción del área canina o su transformación para crear un parque infantil más amplio. Tal decisión ha generado preocupación, ya que muchos propietarios de perros manifiestan que no existen otras áreas caninas cercanas, lo que convierte la eliminación de estos espacios en una tendencia alarmante.

El malestar ha sido palpable en la comunidad. «Es incomprensible. Hemos estado pidiendo estas mejoras durante años y ahora que por fin hay obras, parece que solo van a empeorar las cosas», expresó uno de los afectados. Además, se ha señalado la aparición de carteles que prohíben la entrada de perros en los jardines de la Plaza de las Palmeras, mientras que el descontento aumenta debido a la presencia de olores fuertes a excrementos humanos en la zona, algo que muchos consideran frustrante y contradictorio.

::Pasa en Carabanchel::

Los propietarios de perros han decidido no permanecer en silencio. Algunos ya han comenzado a recoger firmas y organizar manifestaciones para exigir que se escuchen sus demandas. «Si esto sigue así, vamos a tener que hacer algo», afirmaron con determinación, subrayando la urgencia de sus peticiones.

La situación se agrava con los testimonios de varios establecimientos dog-friendly en la zona, que han reportado una disminución del 20% en sus ingresos desde el inicio de las reformas. «Los perros eran los que menos molestaban. Pero las quejas eran constantes de los que usaban los arbustos para hacer sus necesidades. Ahora, con esta reforma, la clientela está desapareciendo», señalaron los dueños de negocios cercanos. Muchos de ellos han decidido que su voto en las próximas elecciones no será para el Partido Popular, sintiéndose desatendidos y obligados a retirar cualquier indicio de ser pet-friendly.

Este momento se presenta como crucial para la comunidad de Carabanchel, donde la lucha por el equilibrio entre el bienestar de las mascotas y el desarrollo urbano se está conversando en cada rincón. La comunidad se encuentra en alerta y dispuesta a hacer oír su voz, mientras la tensión entre las reformas propuestas y las necesidades de los vecinos continúa en aumento.

El futuro del área canina de Carabanchel está en juego, y la unión de propietarios de perros y comerciantes podría ser la clave para lograr un cambio significativo. La demanda de espacios adecuados y el respeto por los derechos de las mascotas son cuestiones que seguirán resonando en la comunidad mientras avanzan las reformas y se busca una resolución que beneficie a todos.

Fuente: David Fernández Rey en muywuau.com

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