Un conductor de Cabify se niega a transportar a un usuario ciego con su perro guía

David Fernández Rey, un hombre de 35 años con ceguera total, vecino de Carabanchel, ha denunciado que un conductor de Cabify se negó a permitirle subir al vehículo junto a su perro guía, Vincent, el pasado viernes 8 de noviembre

El incidente tuvo lugar en el distrito de La Latina, cuando David, que estaba acompañado por su pareja, solicitó el servicio de la empresa para regresar a su hogar.

Según el relato de David, cuando el coche llegó, el conductor se mostró tajante al afirmar que “la empresa no le permite subir perros” y que, además, “no le gustan”. A pesar de que tanto David como su pareja intentaron explicarle que Vincent es un perro guía y que, por lo tanto, su negativa infringe la normativa estatal y autonómica, el conductor elevó la voz y se bajó del vehículo con la intención de meter al animal en el maletero. Ante esta situación, David insistió en que el perro debía viajar con él y que no iba a ser trasladado de ninguna manera dentro del maletero.

Al advertir que se llamó a la policía para explicarle la situación, el conductor se subió de nuevo al coche y arrancó a gran velocidad, dejando a David y a su pareja en el lugar. Posteriormente, al contactar con el 092, David fue informado de que, al no encontrarse el vehículo en el momento de la llamada, no podían intervenir y que debía presentar su queja directamente a través de la plataforma de Cabify y a la Junta Municipal correspondiente.

La situación de David no es un caso aislado, ya que diversas fuentes han reportado episodios similares en lo que va del año 2024. Se han documentado varios incidentes en los que conductores han alegado excusas como “su religión o cultura” para justificar su negativa a transportar a personas con perros guía. A pesar de estas quejas, muchos de estos conductores han cobrado los viajes correspondientes, argumentando que el cliente no había querido subirse al vehículo.

La legislación vigente en España, incluyendo la Ley 5/2018 de accesibilidad para personas con discapacidad acompañadas de perros guía, establece claramente que los perros de asistencia deben ser admitidos en los medios de transporte público y privado, siendo un derecho de quienes los utilizan.

Este incidente también nos lleva a reflexionar sobre la necesidad de una mayor responsabilidad y formación de las plataformas de transporte. Cabify, al igual que otras empresas del sector, tiene la obligación de asegurar que todos sus conductores comprendan y respeten la normativa en cuanto a la inclusión de personas con discapacidad y sus perros de asistencia. Esto debe ser un componente crucial de su formación y estándares operativos.