- La líder de la oposición en Madrid, Rita Maestre, y la concejala Mar Barberán se han reunido hoy con vecinos de barrio de Tetuán, que llevan meses pidiendo el cierre de estas instalaciones, cuya puesta en marcha ha estado plagada de irregularidades
- En el distrito funcionan una docena de cocinas industriales. La más grande es la de la calle José Calvo, donde se produjo un incendio hace unos meses. La última en abrir es la de la calle Morando 6 en plena moratoria para este tipo de negocios. Y la ubicada en Santa Valentina 3 todavía no ha empezado a funcionar
- Rita Maestre ha vuelto a reclamar a Almeida el cierre definitivo de las cocinas y le ha exigido que defienda a los vecinos frente a estas instalaciones que son un peligro y fuente de innumerables problemas de inseguridad, malos olores, humos, ruidos e incendios
Una puesta en marcha plagada de irregularidades y un problema que, lejos de solucionarse, crece día a día ante la pasividad de un alcalde que jamás defiende a sus ciudadanos. La líder de la oposición en Madrid, Rita Maestre, y la concejala Mar Barberán se han reunido hoy con un grupo de vecinas y vecinos de Tetuán para abordar el conflicto que provocan las cocinas industriales que funcionan en este distrito, una de ellas de reciente creación, a pesar de la moratoria decretada por el Ayuntamiento para este tipo de negocios.
Rita Maestre ha vuelto a reclamar el cierre definitivo de las cocinas y ha exigido más contundencia al gobierno de Almeida en la defensa de los vecinos frente a unas instalaciones que deben ubicarse, no en los barrios, no en zonas residenciales, sino en polígonos industriales. “Las cocinas son un peligro, una fuente de innumerables problemas de inseguridad por el constante flujo de motos, malos olores, humos, ruidos e incendios. Es extremadamente urgente que el alcalde actúe y proteja los derechos de las personas”, ha constatado la portavoz de Más Madrid.
Tetuán cuenta en estos momentos con una docena de locales con cocinas industriales. Tres de ellas son especialmente problemáticas: las 21 cocinas agrupadas de José Calvo, que están a pleno funcionamiento; la situada en la calle Morando, de reciente apertura a pesar de la moratoria; y las que pretenden implantarse en la calle Santa Valentina, cuyas obras iniciadas con una declaración responsable acaban de ser paralizadas por el Ayuntamiento por la presión vecinal.
La cocina de la calle Morando, 6 es de la empresa del cocinero Dani García, que abandonó la instalación de José Calvo para trasladarse a este local. Las obras para adecuar el nuevo local se hicieron al amparo de una declaración responsable ineficaz, que no recogía el conjunto de las actuaciones: ignoraba, por ejemplo, la instalación de los tubos de extracción de humos, y la cocina empieza a funcionar sin licencia en diciembre de 2021. Son las denuncias de los vecinos las que consiguieron el cierre de la instalación hasta septiembre de este año, donde abre de nuevo con una licencia otorgada sorprendentemente en plena moratoria.
Para Maestre, este es un buen ejemplo de que la moratoria declarada por el gobierno de Almeida es “papel mojado” y ha vuelto a reclamar más contundencia en la defensa de los vecinos frente a estas cocinas
Desde 2020 peleando y defendiendo a las vecinas y vecinos
La primera fuerza política de la ciudad lleva cerca de dos años, desde diciembre de 2020, denunciando que es inaceptable que estos negocios se establezcan en suelos enclavados en zonas residenciales, apoyando a los vecinos y vecinas y pidiendo que se prohíba su instalación. En febrero de 2021 llevó al pleno de Cibeles una proposición para que el equipo de gobierno regulara las cocinas industriales. También propuso una moratoria para la implantación de las cocinas, así como una campaña de inspección para la revisión de todos los expedientes tramitados y en tramitación. Y en junio de este año, defendió una propuesta en el pleno de revisión de todas las cocinas en funcionamiento y que se endurezcan las condiciones previstas en el documento de aprobación inicial de las nuevas normas urbanísticas.
Sin embargo, Almeida ha priorizado el negocio de estas cocinas, que generan poco empleo y de mala calidad frente a los enormes problemas que su funcionamiento provoca a los residentes.
Ni siquiera la contundencia de la sentencia que ha provocado el cierre de las cocinas situadas junto al colegio Miguel de Unamuno, en la calle Alejandro Ferrant (Arganzuela) ha provocado un cambio de actitud del alcalde. En este caso tampoco dudó en recurrir y en defender a la empresa frente a los más de 900 niños del colegio y los vecinos del barrio.
En junio pasado el gobierno municipal aprobó en el pleno la modificación de la normativa del Plan General que afecta a las cocinas industriales, claramente insuficiente. Esto, en palabras de Rita Maestre, supone decir a los vecinos que se aguanten, que su Ayuntamiento les da la espalda y que van a tener que vivir siempre con malos olores, ruidos, inseguridad vial e, incluso, incendios como el de la calle José Calvo ocurrido hace unos meses.
Más Madrid tiene constancia de que en distintos barrios de la capital existen al menos 17 locales donde hay instaladas más de 180 cocinas industriales.
Fuente: masmadrid.org