La ciencia avanza, y lo mejor, sorprende cada día más apostando por innovaciones que muchas veces van más allá de lo que se puede llegar a pensar
Así ha sido precisamente como recientemente un equipo de investigadores de Corea ha avanzado en el campo de almacenamiento de energía. Un invento que podría marcar la diferencia hoy, más que nunca.
Lo más sorprendente de todo es que este descubrimiento se produjo por accidente, como suele pasar muchas veces, lo que ha dejado perplejos a muchos expertos en energía. Este avance tiene el potencial de revolucionar el almacenamiento de energía a escala global, sobre todo en algunos campos, como el mundo del motor.
Condensadores: la clave para un futuro sin baterías
A diferencia de las baterías que todos conocemos, que almacenan energía en forma química y tardan en cargarse y descargarse un mundo, los condensadores almacenan electricidad en un campo eléctrico.
Ello es lo que permite liberar grandes cantidades de energía en un tiempo corto, lo que es ideal para aplicaciones donde se requieren rápidos tiempos de respuesta. Los condensadores han sido utilizados durante años en dispositivos electrónicos, pero su capacidad para almacenar energía es limitada en comparación con las baterías.
Sin embargo, en sistemas de alto rendimiento, como los coches eléctricos, la necesidad de condensadores que puedan cargar y descargar rápidamente, sin perder densidad de energía, ha sido un desafío constante. Estos materiales, que tienen la capacidad de almacenar energía eléctrica en campos eléctricos, han mostrado gran potencial.
El descubrimiento accidental: como tantas veces en la historia
Utilizando una combinación rara de materiales, lograron desarrollar un condensador capaz de almacenar hasta 19 veces más energía que los modelos tradicionales. ¿Cómo lo hicieron?
A través de una estructura compuesta por capas de disulfuro de molibdeno y titanato de bario, un material, que incrementa la capacidad de almacenamiento de energía en una fracción de espacio.
Este nuevo diseño podría ser la clave para superar la limitación de densidad que hasta ahora ha frenado el avance.
La energía se acumula en los puntos de contacto entre estos materiales, lo que permite una mayor eficiencia en el almacenamiento y liberación de energía. Con una capacidad para almacenar hasta 191,7 julios de energía por centímetro cúbico y una eficiencia de uso superior al 90%, este nuevo condensador es un avance notable en el campo.
Implicaciones para el futuro de la energía
Los coches eléctricos, que actualmente dependen de baterías y de carga extremadamente lenta, podrían tener una ventaja. Todo ello reduciría los tiempos de carga y aumentaría la autonomía de los vehículos al máximo.
El almacenamiento de energía es uno de los mayores retos de las energías solar y también la eólica, ya que la generación de energía no siempre coincide con la demanda que hay. La capacidad de almacenar más energía de manera rápida y eficiente, algo que no es fácil, podría facilitar más la adopción de este tipo de fuentes para y por todos. Algo que impulsaría una energía limpia, por fin.
¿El fin de las baterías? Aún es pronto para decirlo
Esta novedad podría no solo cambiar la forma en que almacenamos y utilizamos la energía. Podría ir mucho más allá y cambiar la manera en la que se diseñan los dispositivos electrónicos y vehículos.
Así que, una vez más, lo que comenzó como un error en el laboratorio podría ser uno de los avances más importantes de la propia historia de la humanidad. Con el tiempo, podríamos ver un mundo en el que esto sustituya a las baterías y el planeta respire tranquilo (Algo que realmente necesita más que nunca).
Fuente: ecoportal.net