Madrid retuerce los datos para no aplicar nuevas medidas y el Gobierno presiona pero se resiste a intervenir

La Comunidad de Madrid no se mueve de sus posiciones y ofrecía este lunes unos datos en los que hablaba de “desplome” de los ingresos que no se corresponden con la realidad

No hay acuerdo, pero –de momento– tampoco habrá intervención. La reunión mantenida este lunes entre el ministro de Sanidad, Salvador Illa, y el consejero de Sanidad de Madrid, Enrique Ruiz Escudero, no sirvió para que las posiciones se movieran en ninguno de los lados. Pero el Ejecutivo que preside Pedro Sánchez se resiste a tomar el control de la pandemia en Madrid, pese a las advertencias durante todo el fin de semana de que el Gobierno central se haría con las riendas de la autonomía si el Ejecutivo de Isabel Díaz Ayuso no daba su brazo a torcer y accedía a endurecer las medidas restrictivas en todas aquellas zonas con una incidencia del virus superior a 500 casos por 100.000 habitantes.

No hubo ultimátum, pero el tono del ministro da a entender que se está acabando el tiempo. “Ya vamos tarde”, dijo en un par de ocasiones. Y lo fió todo a la reunión que este martes celebra el gabinete constituido hace una semana por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la presidenta de Madrid, en el que además de Illa y Escudero, también están la ministra de Política Territorial, Carolina Darias, y el vicepresidente regional, Ignacio Aguado, de Ciudadanos. “Pedimos a Ayuso que se deje ayudar y que escuche las recomendaciones que hacemos. No es descartable que haya que tomar más medidas en función de cómo funcionen las cosas porque ya vamos tarde. Hay que actuar con determinación”, dijo a última hora Illa en el Telediario de TVE.

Un par de horas antes, Salvador Illa había arrancado su rueda de prensa tras la reunión con el consejero de Madrid, con un aviso: “Hablo como ministro de Sanidad y como ciudadano preocupado”. En Madrid “ya hay transmisión comunitaria y no se está tomando el control de la pandemia”, insistió Illa. Y a continuación soltó una retahíla de datos sobre la situación de la región que peor evoluciona de Europa: 13.449 casos más desde el viernes, “la mayor cifra de la Comunidad de Madrid en esta segunda ola”, “1.458 casos más que el fin de semana anterior, una tasa positividad del 20,7%, casi el doble que en todo el país”, y 223 fallecidos esta semana, la anterior 180. “Cuando uno va al médico quiere que le digan la verdad, y la verdad es la que les he relatado”, decía Illa.

El consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, comparecía tras Illa en una rueda de prensa en la que admitía los datos de contagios, de positividad y la pésima evolución de la pandemia en Madrid. Pero Escudero defendió que una cosa son los datos epidemiológicos y otra la “capacidad asistencial”, a la que se agarró para decir que las recomendaciones del Ministerio son injustificadas. Para Escudero, los datos de ingresos difundidos este lunes por el Gobierno de Ayuso justifican no tomar nuevas medida distintas a las adoptadas el viernes y que solo restringen la movilidad en 45 zonas de la región. Un plan que cuestionan los expertos epidemiológicos.

Escudero pedía unos minutos después de que hubiesen comparecido Illa y Fernando Simón tener en cuenta la “capacidad asistencial”. El ministro le había dicho antes que el Gobierno de Ayuso debe ser “realista con los datos”. La afirmación llegaba después de que el Gobierno regional y la propia presidenta difundieran mientras se producía la reunión unos datos que hablan del “desplome” del crecimiento del total de ingresados en los hospitales madrileños durante la última semana. La realidad es que no se trata de que se haya reducido el número total de pacientes que necesitan asistencia en los centros de Madrid, tampoco de que haya una fuerte caída en la cifra de nuevos ingresos, sino de que la suma total de hospitalizados ha crecido menos que hace dos semanas, sobre todo, porque el elevado número de nuevos ingresos se ha compensado con más personas dadas de alta. Tanto Fernando Simón como Illa vinieron a decir que el hecho de que los ingresos sigan aumentando aunque a menor ritmo no tiene por qué ser una buena noticia.

Mientras el Gobierno regional presumía de la capacidad de los hospitales de la región, por las redes sociales circulaban fotos del gimnasio del Hospital La Paz repleto de camas con pacientes esperando a ser ingresados en planta.

Pese a las piruetas del Gobierno regional, este lunes, las camas ocupadas por pacientes de COVID-19 en Madrid seguían suponiendo el 25% del total disponible, el mismo porcentaje reportado el viernes pasado con una ligerísima tendencia al alza. Sin embargo, en cuanto a las plazas de UCI, se ha pasado del 40 al 41% de los recursos a disposición, según la última actualización del Ministerio de Sanidad realizado con la información facilitada por las comunidades autónomas.

Por otra parte, Madrid argumentó que no hay criterios claros sobre las medidas a seguir durante la segunda ola de COVID-19 y pedía “justificaciones técnicas” sobre las recomendaciones de Sanidad. El ministro Salvador Illa replicaba a esta acusación que todo está especificado en el Plan de Respuesta Temprana en un Escenario de Control que aprobaron en julio el Ministerio y las comunidades. Ese documento es genérico en muchos aspectos y no cuenta con umbrales concretos de incidencia, pero sí coloca, según los criterios acordados, a toda la Comunidad de Madrid en situación de riesgo alto, el cual apareja medidas de restricción de la movilidad y de control de aforos.

El Plan aborda tres escenarios, previos a una situación de descontrol total que requiriera otro estado de alarma, ya sea territorial o de todo el país. El escenario 1, de riesgo bajo, se refería a cuando solo hay casos esporádicos, con presión solo en atención primaria y contagios sueltos; el 2, de riesgo medio, a cuando hay difusión comunitaria esporádica, con varias agrupaciones de casos y presión sobre camas de hospital comunes. Los datos y los expertos sitúan a Madrid en el tercer escalón de la pirámide, el de riesgo alto, cuando la pandemia es ya preocupante, hay “transmisión comunitaria sostenida con presión creciente” y ya se han sobrepasado los otros dos estadios.

Sanidad no pide el cierre como dice Ayuso

Después de que Illa fuese entrevistado en el Telediario de TVE, la presidenta madrileña se fue a 13tv a afirmar que “confinar no es la solución”. “Un confinamiento completo, como el que propone el Gobierno es lo fácil”, dijo Ayuso. En realidad, el Gobierno no está proponiendo un confinamiento completo, sino limitar las terrazas a la mitad de su aforo e impedir que se sirvan consumiciones en las barras de los bares, y una recomendación general para reducir los desplazamientos que no sean necesarios y que todas estas medidas se extiendan a todas las zonas donde la incidencia acumulada de los últimos 14 días sea superior a 500 casos por 100.000 habitantes.

Ruiz Escudero había dicho antes que no se puede mirar solo la incidencia acumulada para tomar decisiones. Y en esto coinciden los expertos aunque no le den la razón en sus conclusiones. “No todo es la tasa de infección. Es importante, pero también lo es el número de rastreadores, la presión sobre los hospitales, la densidad de población, la movilidad o las condiciones de hacinamiento de la población. No hay que tomar las mismas decisiones en Madrid que en otros sitios”, explica el epidemiólogo Fernando Rodríguez Artalejo. En la región concurren varios factores, además de una altísima IA en algunos municipios. Pero, además, aunque solo se tomaran como referencia los casos por 100.000 habitantes en las últimas dos semanas, no es lo mismo en una población que en otra por otros factores como la densidad poblacional o la movilidad.

El tira y afloja que desde hace días protagonizan Sanidad y la Comunidad de Madrid, por tanto, continúa. Y aunque el ministro advirtió de que “ya vamos tarde y hay que actuar con determinación (…), si no tomamos el control habrá que tomar medidas mucho más duras”, el Gobierno central prefiere de momento no tomar una medida que sería drástica y que ahondaría en el enfrentamiento con la autonomía que el presidente del PP, Pablo Casado, ha utilizado para hacer oposición a Sánchez.

Fuente: Fátima Caballero / Belén Remacha en eldiario.es

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