Es urgente adoptar medidas estrictas para con la industria de productos ultraprocesados. Marion Nestlé, una de las representantes del sector alimentario más reconocidas en el mundo, en conversación pública con Alejandro Calvillo, director de El Poder del Consumidor y Julieta Ponce, directora del Centro de Orientación Alimentaria, habló sobre su importancia.
Las regulaciones relacionadas con la industria alimentaria, como las etiquetas de advertencia en México, se consideran un punto de partida para que los gobiernos tomen medidas y limiten la comercialización de alimentos no saludables.
Según los expertos, desde 2009 se han realizado una gran cantidad de estudios que han proporcionado evidencia científica completa y convincente de que los alimentos procesados causan enfermedades como obesidad, diabetes y enfermedades cardíacas, cardiovasculares, cánceres y otras enfermedades.
¿Por qué es obligación del gobierno informar al público sobre los riesgos asociados al consumo de productos ultraprocesados?
“Hay un sistema diseñado para que las personas consuman cada vez más productos ultraprocesados, la industria no es agencia de salud pública, son empresas de negocios multinacionales y su trabajo es asegurarse ganancias, no les interesa la salud pública. Nos han hecho creer que es nuestra decisión el consumo de sus productos, sin embargo es imposible tener ese poder de elección cuando nos encontramos rodeados de productos ultraprocesados y nuestros gustos han sido alterados por ellos. Por ello, es importante que quienes estén en los puestos de gobierno generen regulaciones fuertes hacia la industria de estos productos”.
Marion comentó que este tipo de empresas siempre exigen ser incluidas en las discusiones de políticas públicas, lo cual no se debe permitir. Su obligación sería pagar las externalidades que provocan sus productos ultraprocesados e impedir que se comercialicen entre niñas y niños.
El científico y activista alimentario, autor de libros clásicos como “Food Politics”, “Soda Politics” y “What to Eat”, entre muchos otros, compartió que hace apenas unas décadas la industria se preocupaba por el bienestar de la comunidad entre aquellos que operan en un área. El entorno altamente competitivo, desde la década de 1980, ha obligado a la industria a cambiar y poner más énfasis en las ganancias generadas y en las obligaciones de informar a los accionistas.
Contra los ultraprocesados: volver a cultivar y cocinar
Marion dijo que una forma de contrarrestar las estrategias de la industria ultraprocesada es hacer que la gente vuelva a la cocina y comience a cultivar alimentos, y desarrollar políticas públicas que incluyan huertos alimentarios en las escuelas.
Sobre la situación alimentaria en las escuelas comentó que “en México no se existen comidas escolares universales, en comparación con Estados Unidos en donde sí se tiene este tipo de sistema. Una propuesta para abordar este tema es la posibilidad de tener una cocina comunitaria, en las que las personas de la comunidad escolar puedan involucrarse. Mientras más escucho la situación de las escuelas más me preocupa, esta es una excelente oportunidad para hacer política que puede hacer una gran diferencia”.
Julieta Ponce y Alejandro Calvillo dicen que hay ejemplos de escuelas ubicadas en zonas extremadamente pobres de México que han implementado iniciativas de alimentación saludable en las escuelas, abriendo cocinas e incluso cultivando hortalizas.
Finalmente, Marion comentó sobre el futuro de la nutrición y dijo que la educación de los dietistas seguirá enfocándose en los nutrientes, no en los alimentos, y no en el nivel de procesamiento de los alimentos. Por lo tanto, señala que la rendición de cuentas sigue centrándose en los individuos y no en las actividades corporativas y las políticas gubernamentales que crean el entorno alimentario.
Fuente: Con información de alianzasalud.org.mx en Ecoportal.net