Un informe publicado por El País da la razón a los vecinos de la zona de Comillas, que denunciaron una aparición que había obviado la Consejería de Transportes, pese a las preguntas de los medios
Las obras que la Comunidad de Madrid ejecuta para ampliar la línea 11 de Metro siguen cosechando polémicas. La última es la confirmación de unos huesos humanos que fueron encontrados durante las excavaciones en el parque de Comillas, para abrir allí una nueva parada e introducir la tuneladora que abrirá una nueva conexión hasta Conde de Casal.
La aparición de los restos óseos fue anunciada en su día por los vecinos de la zona y el Ampa del colegio Perú, situado en este barrio de Carabanchel Bajo. Pero la Comunidad de Madrid restó credibilidad a sus palabras y evitó confirmar que había encontrado los restos. La Consejería de Transportes se limitó a notificar el descubrimiento de “”solados de escaso valor patrimonial“, dijo una portavoz el pasado mes de enero.
Pero sí que había restos humanos. El hallazgo lo ha confirmado El País, publicando el contenido de un informe arqueológico que detalla la existencia de “una serie de huesos humanos pertenecientes a uno o dos adultos y a un niño” que fueron localizados durante las obras, mientras se retiraban los derrumbes de los barracones que una vez existieron en esta zona.
Según la misma información, los huesos están pendientes de ser analizados por el equipo de Arqueomedia, entidad encargada de esta supervisión arqueológica, y por el doctor de la Universidad Autónoma de Madrid Ángel Fuentes Domínguez, director del Laboratorio de Arqueología Forense.
El informe sitúa los restos entre las tierras utilizadas para colmatar y nivelar la Plaza de Comillas después de la demolición de la Colonia falangista, y apuntan a que podían pertenecer “al cementerio existente en las proximidades, el Cementerio General del Sur o de Puerta de Toledo”.
Un campo de refugiados controlado por la Falange
Los terrenos del parque de Comillas se asientan sobre una zona de alta densidad arqueológica. Situada en el valle del Manzanares, esta parte de Madrid ha contado con asentamientos en distintas épocas que convierte en habituales este tipo de hallazgos. Además, el espacio fue frente de batalla durante la Guerra Civil y cuentan los vecinos que en el entorno se han hallado fosas comunes.
Las obras también dejan ver el solado de las antiguas viviendas construidas en la posguerra para acoger a familias sin hogar, muchas de ellas víctimas de la represión y de incautaciones ilegales. Estas construcciones, casas de 40 metros con dos habitaciones y un baño cada cuatro hogares, estuvieron en pie hasta los años setenta.
Los barracones fueron custodiados en una primera época por la Falange y eran habituales los registros para controlar a cada inquilino. “Este descubrimiento forma parte de la memoria con la que se ha ido formando el barrio. Muchos vecinos nacieron y vivieron en esas casas, y tras ver esas baldosas tan características, o el pozo, reclamamos a la Comunidad de Madrid que estudie la preservación de este patrimonio”, defendían cuando desvelaron su hallazgo en la asociación vecinal Parque de Comillas.
Tala y obras con polémica junto a un colegio
Las obras de la línea 11 de Metro se han convertido en uno de los quebraderos de cabeza para la Comunidad de Madrid durante el último año. La tala prevista de cientos de árboles a lo largo de su recorrido retrasó los trabajos durante meses y, por la presión de las protestas vecinales, hizo cambiar el proyecto para que desaparecieran la mitad de los árboles previstos.
Una de las zonas más afectadas por esta deforestación del Gobierno de Ayuso ha sido el parque de Comillas, donde se talaron 199 árboles “sanos y de gran porte” en el único espacio verde del barrio. La asociación de vecinos y las familias del colegio Perú denuncian que la introducción de la tuneladora junto a las aulas de sus hijos provocará la extracción de 541.000 metros cúbicos de tierra, con “altos niveles de contaminación, ruidos y polvo en suspensión, junto al trasiego de 100 camiones al día por las estrechas calles del barrio de Comillas”, denuncian. Más de 500 alumnos del colegio público resultarán afectados por este trasiego de obras, ya que el centro educativo está a solo 25 metros de la zona de obras.
Fuente: Somos Madrid en eldiario.es