Excelentes filtros para los contaminantes urbanos y pequeñas partículas. Además, ayudan a reducir estrés mental, temperatura y ruido
Vecinos y establecimientos de las calles la laguna, el Espinar, General Ricardos, Nuestra señora de la luz, Juana Urosa, Ramón Serrano demandan la plantación de árboles. Dado que en gran parte de las distintas vías se encuentran con grandes tramos sin que haya árboles, lo que en meses de verano se hace intransitable caminar por estas calles. “Ahora que es peatonal esta calle pueden poner árboles de tronco fino en los diferentes cruces o en donde estaba instaladas las dos cabinas telefónicas que retiraron el pasado año”, afirman paseantes en la calle la laguna. Mientras, en la calle el espinar vecinos y padres alegan que podían plantar algunos árboles en esta calle, “si te fijas desde el número 32 ya no hay ninguno hasta el final de la misma. Podían plantar alguno próximo al número 39 que hay espacio de sobra, en el cruce de Ramón Serrano”. Sin embargo, esta calle solo cuenta con un pequeño árbol y es una calle, que tiene un gran conjunto de obstáculos a lo largo de la acera, la cual es algo estrecha en algunos tramos. Por lo que puede hacer algo inviable su plantación, aunque expertos consultados alegan que a inicio de la calle hay espacio suficiente para plantar dos árboles uno.
De igual manera, solicitan los vecinos de la calle del General Ricardos que tienen que acudir al centro de salud próximo o a coger el autobús sin sombra. Debido a que existen más de 30 metros sin árboles “Aquí pueden plantar más de 4 árboles, por lo menos esos con el tronco ancho como el que hay más adelante”, unas palabras que técnicos forestales confirman que pueden sumarse otros 4 de tronco fino a cada lado de la carretera como los plantados el pasado año 2022 en otras calles del distrito.
No obstante, demandan que se repongan árboles en los parques de Eugenia de Montijo, parque de la Palmera, Parque de Vistalegre y que se planten en las diferentes paradas de metro.
Los árboles cumplen varias funciones que favorecen a la ciudad y, por ende, a sus habitantes. En primer lugar, mejoran la calidad del aire pues son agentes activos que reducen la contaminación atmosférica. Si en las grandes ciudades no tuviera árboles, el tráfico haría casi imposible vivir en ellas. Los árboles generan oxígeno, absorben dióxido de carbono y retienen los polvos y partículas que se mantienen en el ambiente. Además, reducen el ruido que se produce en nuestra ciudad, tráfico, cláxones, sirenas, gritos, obras, todos estos molestos sonidos resultan atenuados por los follajes de los árboles, que hacen una labor de barreras anti sonido, de aislantes acústicos, retrasando o, incluso, deteniendo las ondas sonoras.
Al mismo tiempo, regulan y actúan sobre el clima, ya que aumentan la humedad del ambiente y disminuyen la temperatura en verano y la aumentan en invierno, además de generar corrientes de aire y constituir pantallas contra el viento, la lluvia, la nieve, el granizo o los rayos solares. Así mismo, los árboles que no están rodeados de hormigón y cemento, purifican las aguas que se filtran por el suelo, pues sus raíces actúan como descontaminantes, reteniendo nutrientes y agentes patógenos.
También los árboles sirven como morada de aves, que alegran la ciudad con su presencia y cantos.
Por último, hay que señalar que ofrecen una compensación ante los fríos edificios de las ciudades, proporcionando a sus ciudadanos beneficios estéticos, sociales y psicológicos. Mejoran, en definitiva, la salud y el bienestar de las personas.
Fuente: David Ferrnandez Rey