Una eyección de masa coronal del Sol se dirige hacia la Tierra y producirá en la madrugada de este miércoles sorprendentes auroras boreales.
¿Qué otras consecuencias podrían haber? Descúbrelas a continuación
Durante la madrugada de este miércoles 10 de mayo impactará a la Tierra una tormenta geomagnética moderada a fuerte, según el portal spaceweather.com, que estaría asociada a una gran eyección de masa coronal del Sol.
La atención está puesta en la actividad solar, que alcanzará su máximo en 2024. En efecto, se ha visto una mayor frecuencia de erupciones solares en los últimos meses. El domingo 07 a las 10:54 UTC (06:54 h, hora local de Chile) se produjo un pequeño apagón de radio provocado por una llamarada solar de clase M1.5 de larga duración. Ayer en la noche continuaban los efectos de la llamarada, reportándose su peak a las 03:54 UTC, lo que dio lugar a una pérdida de las señales de radio –de intensidad moderada (R2)– por decena de minutos.
A esta llamarada solar le ha seguido una eyección de masa coronal del Sol más intensa y se estima que alcanzará la Tierra en las próximas horas. Las consecuencias no son graves: lo que se espera es un espectáculo de luces en el Polo Norte.
Es importante tener en cuenta que este pronóstico del clima espacial tiene incertidumbres y está sometido a cambios, al igual que el del tiempo atmosférico en la Tierra. Próximamente tendremos mayor certeza de la intensidad del evento con los avisos del Centro de Predicción de Clima Espacial de la NOAA.
Llamarada solar vs. eyección de masa coronal
“Las llamaradas solares son grandes erupciones de radiación electromagnética del Sol que duran de minutos a horas”, detalla la NOAA. Son emitidas por manchas solares y llegan a la Tierra a la velocidad de la luz, es decir que apenas ocurren sentimos sus efectos. ¿En qué nos perjudican? Estas ráfagas brillantes pueden causar apagones en las telecomunicaciones. Las ondas de radio se ven interrumpidas por la ionización producida en capas inferiores de la ionosfera.
Escala | Intensidad | Efectos |
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G5 | Extrema | Puede provocar fallas en las redes eléctricas, daños extensos a los transformadores, interrupciones generalizadas en las comunicaciones y la navegación por satélite, y auroras visibles en latitudes muy bajas. |
G4 | Severa | Puede causar problemas más graves en los sistemas eléctricos, interrupciones en la navegación por satélite y en las comunicaciones, y auroras visibles en latitudes aún más bajas. |
G3 | Fuerte | Puede generar fluctuaciones de energía en las redes eléctricas, dificultades en el control de la red eléctrica, posibles impactos en la navegación por satélite y auroras visibles en latitudes más bajas de lo normal. |
G2 | Moderada | Puede provocar auroras más extendidas, voltajes anómalos en sistemas de energía y posibles efectos en los satélites que orbitan la Tierra. |
G1 | Menor | Puede causar efectos leves en las redes eléctricas, pequeñas fluctuaciones de energía y auroras visibles en altas latitudes. |
Escala G de tormentas geomagnéticas. Fuente: NOAA/National Geographic. |
Por otro lado, la eyección de masa coronal consiste en grandes expulsiones de plasma y partículas magnetizadas del Sol que viajan lentamente en el espacio. A menudo ocurre en conjunto con una llamarada solar, como ocurrirá esta vez. Como consecuencia, se puede producir una tormenta geomagnética en la Tierra que genera mayormente auroras polares y, dependiendo de su intensidad, fallas en los sistemas eléctricos, en las señales GPS y en las comunicaciones.
¿Hasta dónde podrían verse las auroras boreales?
En caso de presentarse en las próximas horas una tormenta geomagnética moderada (G2), las auroras boreales se pudieran alcanzar a ver en partes de Estados Unidos, por ejemplo desde Nueva York e Idaho, explica la NOAA.
Y si llegara a ser una tormenta geomagnética fuerte (G3), los destellos lumínicos llegarían más al sur, pudiendo asombrar a los habitantes de estados como Illinois u Oregón, agrega la institución.
Fuente: Laura Faz en tiempo.com
Fuente: Margherita Erriu en tiempo.com
La gran tormenta solar de la guerra de Vietnam que detonó decenas de minas
Un estudio de la Universidad de Colorado resuelve el misterio de la repentina e instantánea detonación de decenas de bombas submarinas frente a las costas de Vietnam
En plena guerra de Vietnam, exactamente el 4 de agosto de 1972, mientras pilotos de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos sobrevolaban el Golfo de Beibu, decenas de minas submarinas estallaron de forma simultánea al sur del puerto de Haiphong, en el Vietnam del Norte.
Las minas eran recientes y estaban operativas
Las minas navales habían sido colocadas en el mar por la Marina de los EE. UU. unos 3 meses antes para bloquear la llegada de suministros a Vietnam. Los pilotos estadounidenses afirmaron que en ese momento ningún barco navegaba por esa zona, por lo que durante muchos años la causa de este suceso siguió siendo un misterio.
En plena guerra de Vietnam, decenas de minas submarinas explotaron simultáneamente al sur del puerto de Haiphong en Vietnam del Norte. Durante muchos años, el desencadenante de este evento fue un gran misterio.
Esto fue hasta que un equipo de investigación de la Universidad de Colorado en Boulder, dirigido por la Dra. Dolores Knipp, planteó la hipótesis de un posible vínculo entre la detonación de las bombas y la intensa actividad solar registrada durante esos días.
¿Cómo funcionan las minas navales?
En primer lugar, hay que especificar que las minas submarinas de las que hablamos eran minas navales con detección magnética, es decir, minas que utilizan un magnetómetro interno para captar la firma magnética de los barcos.
En la práctica, los sensores son capaces de adquirir información sobre los campos magnéticos generados por los equipos a bordo de los barcos. Incluso una muy pequeña alteración del campo magnético terrestre provocada por el paso del barco, es suficiente para desencadenar la detonación de la bomba.
Aquí la responsable: una tormenta solar muy intensa
El equipo de investigación del Dra. Knipp planteó la hipótesis de que las minas fueron detonadas por una intensa tormenta solar, efectivamente ocurrida y registrada, probablemente comparable a la más poderosa jamás observada, el evento Carrington de 1859.
Aquella tormenta solar podría ser comparable a la más intensa jamás observada: el evento Carrington de 1859.
Esta tormenta solar, al llegar a la Tierra, provocó variaciones en el campo magnético terrestre, captadas por los sensores de las minas que después explotaron repentina e instantáneamente.
De hecho, muchos observadores astronómicos en aquellos días notaron una región activa con numerosas manchas solares, la región MR 11976. Esta misma región, entre el 2 y el 4 de agosto, produjo una serie de llamaradas con emisiones también de masa coronal dirigidas hacia la Tierra.
La importancia de realizar más estudios
Fuertes vientos solares, es decir, enjambres de partículas cargadas de alta energía, llegaron a nuestro planeta provocando una violenta tormenta geomagnética que no solo detonó minas frente a las costas de Vietnam, sino que provocó numerosos problemas con las redes eléctricas y las comunicaciones en América del Norte.
Tras publicar sus estudios, la Dra. Knipp invitó a la comunidad científica a realizar más estudios sobre esta y otras tormentas geomagnéticas que aún no han sido suficientemente analizadas, subrayando la importancia de una comprensión completa y precisa de estos fenómenos, especialmente en un contexto actual en el que dependemos tanto de la tecnología.
Fuente: Margherita Erriu en tiempo.com