Santa María de la Cabeza, (María Toribia), nació en Caraquiz, municipio de Uceda, en Guadalajara, según la tradición, ya que el dato no consta documentalmente, no obstante son varias las localidades que se disputan ser el lugar de nacimiento de la santa.
Gran parte de su vida transcurrió a lo largo de la vega del río Jarama, al lado de su marido, San Isidro, al que conoció en Torrelaguna cuando estaba huyendo de la conquista almorávide.
María e Isidro tan solo tuvieron un hijo, al que las tradiciones populares le atribuyen el nombre de San Illán. Uno de los milagros más conocidos del santo es aquel según el cual el niño cayó a un pozo muy profundo. Santa María rogó a su marido que lo salvase y al instante el agua del pozo subió milagrosamente hasta el brocal, llevando al niño sobre sus aguas intacto.
Durante muchos años se creyó que este milagro había sucedido en la casa de Iván de Vargas en el solar que hoy ocupa el Museo de San Isidro, llamado desde 2007 hasta finales de 2012 Museo de los Orígenes, hasta que las excavaciones arqueológicas realizadas en ese lugar en los años noventa del siglo pasado, demostraron que el pozo pudo ser muy posterior al tiempo de San Isidro, y un estudio realizado recientemente aclaró el lugar exacto donde sucedió el milagro, en la Morería Vieja en el actual Colegio de San Ildefonso de Madrid.
María e Isidro se separaron
La tradición continúa diciendo que se separó de su marido, de mutuo acuerdo, para dedicarse ambos a la vida contemplativa. Y que ella volvió a su Jarama natal, para cuidar de la ermita de la Piedad, situada próxima de Torrelaguna (actualmente pertenece a Uceda).
En este pueblo dice la tradición, tuvo que sufrir las calumnias de algunos vecinos, que la acusaban de cometer adulterio, y estas habladurías llegaron a Isidro, quien decidió comprobar por sí mismo su veracidad. Y es en esta altura cuando, dice la leyenda, Isidro contempló a escondidas a su mujer cruzando el río Jarama, de manera milagrosa, sobre un manto, convenciéndolo así de su inocencia. La actual urbanización de Caraquiz conserva el lugar, junto al río, donde supuestamente sucedió este milagro.
Al morir, se cree, deseó ser enterrada en la dicha ermita de la Piedad, que actualmente está en manos particulares, y en ruinas. De allí fueron trasladados al convento franciscano de Torrelaguna.
Pero en 1654, por orden del rey Felipe IV, se exhumaron sus restos y fueron llevados a Madrid, para que reposaran junto con los de su esposo. Esta polémica operación se realizó de manera secreta para los vecinos de Torrelaguna, que se habrían opuesto rotundamente. Desde el siglo XVIII, se conservan en la Colegiata de San Isidro de Madrid.
El apelativo “de la Cabeza” se debe, precisamente, a que su principal reliquia fue su cráneo, venerado durante varios siglos, y que ahora yace en la urna de Madrid.
Fuente: es.wikipedia.org
Foto portada: Montaje fotos wikimedia.org