Roger de Flor en Carabanchel, sin talleres públicos ni refugios para los mayores, por quiebra de Educo

  • La ruina de la empresa Educo, concesionaria habitual del Ayuntamiento para actividades culturales en los centros de mayores o bibliotecas públicas, ha desencadenado malestar entre usuarios y trabajadores: los primeros por haber perdido un recurso clave del envejecimiento activo y, los segundos, por quedarse a la interperie
Usuarias del centro municipal Roger de Flor durante la reunión del viernes PSOE de Madrid

Pedro García saluda a otros vecinos en su paseo matutino al centro de mayores Roger de Flor, en Carabanchel. Lleva 20 años asistiendo a los talleres culturales y actividades para la tercera edad que organiza el espacio municipal, un refugio del envejecimiento activo en una ciudad solitaria. Pero hace meses que todo cambió. Los usuarios se han quedado sin clases de ganchillo, gimnasia, informática o ejercicios para fortalecer la memoria después de que una única concesionaria, Educo (Actividades de Educación, Cultura y Ocio S.L.), se declarara en concurso de acreedores dejando nóminas sin pagar, trabajadores a la intemperie y un servicio público paralizado. “Esto nos da la vida”, lamenta Pedro.

::Pasa en Carabanchel::

Roger de Flor es uno de los muchos centros de mayores que han suspendido actividades desde hace meses. Además de Carabanchel, otros distritos como Arganzuela o Retiro viven una situación similar al depender sus talleres de la misma compañía privada, que era una concesionaria habitual del Ayuntamiento de Madrid para prestar estos servicios no solo en espacios de la tercera edad, sino también en el 15% de sus bibliotecas públicas.

En este último caso, desde el área municipal de Cultura, Turismo y Deporte avanzan que se pondrá en marcha un concurso de urgencia que “ya se está tramitando”, con idea de que la nueva empresa pueda designarse en marzo, dentro de cinco meses, si todo va según las previsiones. En este tiempo intermedio, el consistorio promete un “esfuerzo extraordinario” para reducir el número de talleres afectados y “lamenta especialmente” los contratiempos que este proceso de relevo tiene, del otro lado, para los trabajadores de Educo.

Usuarios del centro municipal de mayores Roger de Flor, en Carabanchel, durante una asamblea celebrada este viernes PSOE de Madrid

La empresa tenía en su plantilla a unos 400 trabajadores, muchos de ellos destinados a centros o bibliotecas que subcontrataban el servicio. De hecho, una de las principales piedras en el camino para que otra empresa se haga cargo de este hueco es que, antes, deberá adquirir la deuda que la antigua concesionaria si quiere reanudar su actividad en los espacios municipales. Una cuestión que, por su propia naturaleza, ha desatado numerosas críticas desde la oposición política. “Es una situación insólita”, aseguró el miércoles el portavoz local de Más Madrid, Eduardo Rubiño, desde la concentración convocada en el centro de mayores Benito Pérez Galdós, distrito de Retiro.

En septiembre, sus usuarios y los del Pío Baroja o La Estrella –en la misma zona y gestionados por Educo– recibieron una notificación de la Junta Municipal del Distrito, que preside Andrea Levy, por la que se les informó de que haría faltar suspender temporalmente los talleres de estos tres espacios hasta próximo aviso, en un efecto dominó iniciado al poco de que la empresa se declarara insolvente. Esta semana, después de meses de incertidumbre, una treintena de usuarios reivindicaron a las puertas de su centro la reanudación urgente de “todos los cursos” cancelados, que suponen para ellos un incentivo para hacer vida en comunidad o mantener su mente despierta ante posibles deterioros.

De vuelta al centro de mayores de Carabanchel, el de Roger de Flor, otro de los usuarios reflexiona sobre estos meses sin actividades minutos antes de entrar a la asamblea del viernes, que trataría de buscar soluciones conjuntas. José Manuel González es el presidente de su Junta Directiva, un órgano interno que representa a los socios de cada espacio. En el suyo llevan “desde mediados de año” con este problema, cuya permanencia en el tiempo no acaban de comprender. “Ningún centro de mayores puede estar así, porque tenernos de esta forma afecta mucho al día a día”, incide el hombre, que resalta cómo muchos “vienen incluso sin actividades programadas solo para leer el periódico [les llega directamente a las instalaciones], tomar un café o simplemente charlar con alguien”.

José Manuel González, de la junta directiva del centro Roger de Flor, en la asamblea del viernes por la cancelación de talleres PSOE de Madrid

En su caso, hace unos siete u ocho años que forma parte del centro y, en los últimos tres, también como presidente de la junta. “Lo poco que sabemos es que la situación actual seguirá, como mínimo, hasta enero; pero creo que tanto Carlos Izquiero [concejal-presidente del distito de Carabanchel] como el Ayuntamiento de Madrid tienen en su mano hacer algo”, considera. A diferencia de los centros de día, con una mirada más asistencial, estos espacios para mayores se enfocan más en el envejecimiento activo para favorecer la salud mental, emocional o la calidad de vida durante la vejez.

La mayoría tienen calefacción para el invierno, cafetería o comedor comunitario, que prestan acompañamiento y facilidades para el autocuidado, sobre todo para el que cobra pensiones bajas y tiene dificultades con la factura de la luz en los meses fríos. Que una sola empresa produzca con su quiebre una cadena de perjuicios en servicios municipales para mayores o bibliotecas ha abierto un debate sobre el modelo público-privado que impera en estos espacios. “Son servicios esenciales que le dan sentido a estos centros”, destacó el portavoz de Más Madrid. Su partido, por ejemplo, sugiere lanzar un contrato de emergencia desde el Ayuntamiento o bien ejercer una gestión directa de la actividad, al menos mientras se halla otra solución. Es decir, municipalizarla.

Tres mujeres en la reunión del viernes para abordar la suspensión de actividades en el centro Roger de Flor PSOE de Madrid

Algo que también proponen desde el PSOE. En declaraciones a Somos Madrid frente al centro de Mayores Roger de Flor, Reyes Maroto –número uno del partido en Cibeles– determinó que “un servicio público [como aquel] no puede prestarse con intermediarios privados” ya que, a su juicio, la externalización de los talleres culturales termina desembocando en problemas como el actual: “La gestión directa es una solución inmediata, pero mientras tanto pedimos que se habilite a funcionarios del Ayuntamiento para arrancar las actividades paralizadas”.

Trabajadores y usuarios a la espera de una nueva licitación

La mayoría de cursos estaban gestionados por los trabajadores de Educo, ahora sin trabajo y con un futuro incierto por delante. Muchos vienen de contratos temporales, el antiguo fijo discontinuo; y ahora siguen a la espera de una nueva licitación que, en todo caso, les permita reincorporarse al servicio que prestaban. Fuentes sindicales de USO (Unión Sindical Obrera), que representan a trabajadores en algunos de estos centros para la tercera edad, remarcan esta otra arista en el conflicto: la del trance laboral.

Un momento durante la asamblea del viernes entre usuarios del centro municipal Roger de Flor PSOE de Madrid

Sin ir más lejos, estiman que solo entre el Centro Cultural Casa del Reloj y el de Ángel del Río, ambos en el distrito de Arganzuela, suman 93 empleados afectados y 5.000 usuarios a la espera de saber qué ocurrirá con sus talleres. “Llevo muchos años aquí y jamás viví algo como esto. Lo que está pasando es histórico”, confiesa un empleado de la antigua plantilla en la Casa del Reloj, que ha preferido mantenerse en el anonimato. Afirma no haber recibido un aviso previo por parte de la empresa sobre la situación económica que atravesaba y que, aunque todos “olían a chamusquina” después de tener pendientes algunos pagos de la nómina, la noticia final les pilló de imprevisto.

La piedra en el zapato: pagar la deuda para continuar el servicio

De momento, lo que más les preocupa es la subrogación de la deuda necesaria para adquirir la concesión. Este procedimiento jurídico es obligatorio para el relevo, ya que permite sustituir al deudor por otra entidad que sume tanto sus derechos como exigencias, entre ellas el pago que dejara al descubierto. “Llevamos con esto desde julio y a mí que ha quebrado la vida entera: no solo me quedo sin trabajo, sino que aún soy la cara visible para muchos alumnos que vienen y te preguntan cuándo podrán reanudar sus clases. Al final no sabes qué decirles, nadie pone una fecha”, asume este trabajador.

Uno de los contratos de Educo con los centros para mayores en Retiro venció a finales de agosto y sus usuarios siguen a la espera de que se abra una nueva licitación, pero desde el sindicato USO temen que “esto no acabará hasta que se exonere la deuda”. “Almeida dice que buscará otras vías para solucionarlos, pero veremos cuáles: hará falta mucha ingeniería jurídica”, sospechan, adhiriéndose a la apuesta por la gestión directa del servicio que también plantearon PSOE y Más Madrid. En su día, Andrea Levy justificó ante usuarios y trabajadores la falta de avances por la imposibilidad de interceder en el proceso judicial que propició la ruina de Educo. No todos coinciden en eso de que nada esté en su mano, aunque de momento habrá que esperar unos meses para saber cuánto tiempo permanecerán los mayores sin talleres culturales en Madrid.

Fuente: Lourdes Barragán en eldiario.es

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