Bildu lo pone fácil con sus discutibles candidatos, pero las campañas anteriores demuestran qué poco necesita la derecha para agitar el espantajo etarra
“La derecha recurre a ETA en la campaña electoral”. Venga, a ver quién adivina de cuándo es este titular que acabo de recortar. ¿De esta misma semana, por la presencia de exterroristas en las listas de Bildu? ¿O quizás lo he recuperado de las últimas elecciones generales, las repetidas de noviembre de 2019? Un momento, que alguien acaba de levantar la mano y dice que no, que es de las generales, sí, pero las de abril del mismo año. ¡El caballero al fondo de la sala sube la puja: elecciones andaluzas de 2018! Aunque ahora que lo miro bien, me suena de las madrileñas de 2021… ¿O fue en las de Castilla y León…?
Solución: todas las respuestas son correctas. El mismo titular, palabra por palabra, lo he encontrado en todas esas convocatorias. Y no he querido mirar más atrás en el tiempo, por fijarme solo en los últimos cinco años, ya con ETA disuelta. Es verdad que esta vez Bildu se lo ha puesto muy fácil con sus discutibles candidatos, pero si nos asomamos a la hemeroteca veremos qué poquito necesita la derecha política y mediática para agitar el espantajo etarra cuando hay urnas a la vista:
Elecciones andaluzas, diciembre de 2018: días antes de la jornada electoral, el entonces líder del PP, Pablo Casado (explíquenles a los jóvenes quién era), aprovecha un mitin en Almería para proponer un endurecimiento de la política penitenciaria y del código penal para castigar el enaltecimiento del terrorismo. “Votar a Susana Díaz es votar a Otegi”, remata con finura uno de los más grandes oradores que ha dado la derecha española en siglos.
Elecciones generales, abril de 2019: Abascal y Albert Rivera (explíquenles a los jóvenes, etc.) montan sendos mítines en el País Vasco que acaban en altercados con “proetarras”. Para no quedarse atrás, Casado exige la aplicación de la ley de partidos a Bildu, y acaba proponiendo un ejercicio de imaginación a los asistentes a un mitin, en plan dinámica de grupo: que se imaginen siendo todos asesinados por ETA.
Elecciones generales repetidas, noviembre de 2019: el PP monta un numerito en Bruselas para que el Parlamento europeo apruebe enviar a España una misión que investigue los crímenes sin resolver de ETA. La propuesta no tiene ni pies ni cabeza, siendo un estado democrático, pero le vale para acusar al PSOE (¡y a Ciudadanos de paso!) de impedir que se investiguen los crímenes terroristas.
Elecciones a la Comunidad de Madrid, mayo de 2021: en la última semana de campaña, el PP celebra un mitin con víctimas del terrorismo (elecciones madrileñas, insisto). Les promete que tendrán voz en la política penitenciaria, y ya de paso deja otro mensaje de finura inigualable: “Rufián y Otegi no votarían a Ayuso, votarían a Gabilondo, Iglesias o Mónica”. El titular se lo lleva Ayuso, claro: después de que Pablo Iglesias reciba una bala por correo, acusa al entonces candidato de “blanquear, coquetear y tontear con ETA”.
Ya estaría todo… Ah, no, espera, que también se celebraron elecciones en Castilla y León el año pasado. Bueno, pero en unas autonómicas castellanoleonesas no hay manera de sacar el comodín etarra, ¿no? Faltaría más: a tres días de las elecciones, se publica un informe de la Guardia Civil sobre contactos tiempo atrás entre Instituciones Penitenciarias y organizaciones de apoyo a los presos de ETA. La excusa perfecta para que PP, Vox y Ciudadanos pidan una investigación y el cese de Marlaska. “Esto también se vota el domingo”, avisan. Y por si algún votante de Soria se despista, en la misma jornada electoral el diario ABC publica a toda portada “la lista de la vergüenza”: sobre fondo negro, 84 nombres de víctimas (algunos con fotos) cuyos asesinos, según el periódico, se beneficiarían de una reforma penal que “el gobierno planea”.
Las candidaturas de Bildu son un regalo electoral para la derecha, sí. Pero sin ellas, den por seguro que habrían encontrado cualquier otra excusa para que pudiésemos titular una vez más: “La derecha recurre a ETA en campaña”.
Fuente: Isaac Rosa en eldiario.es
Foto: Presentación pública de Bildu | es.wikipedia.org

Fuente: elDiario.es Euskadi
El PP ficha en la localidad vizcaína de Güeñes al exportavoz de EH Bildu en el municipio
El partido matiza que José Manuel Gómez Ruiz, tercero en la lista para las municipales, era de EA y no de Sortu: “Es un partido democrático”
El PP lleva de ‘número tres’ en su lista para el municipio vizcaíno de Güeñes a José Manuel Gómez Ruiz, exportavoz de la coalición EH Bildu en el municipio y edil entre 2011 y 2019. Aquellas primeras listas de lo que entonces era Bildu en 2011 fueron inicialmente anuladas por el Tribunal Supremo por ser consideradas como una tapadera para blanquear a formaciones ilegalizadas del entorno de ETA como Batasuna pero luego fueron autorizadas ‘in extremis’. El PP de Mariano Rajoy dijo entonces que José Luis Rodríguez Zapatero estaba sentando a ETA en las instituciones.
Fuentes del PP vasco confirman estos hechos pero matizan que Gómez Ruiz procede de EA y no de Sortu, el partido sucesor de la antigua Herri Batasuna. EA es un pequeño partido socialdemócrata escindido en 1986 del PNV y fundado por el primer lehendakari de la democracia, Carlos Garaikoetxea. En 2011 formó la coalición Bildu (actual EH Bildu) con la izquierda abertzale histórica pero también con una escisión de IU llamada Alternatiba -la formación de Oskar Matute- y con la organización pacifista ya disuelta Aralar, así como con independientes.
“Se marchó de Bildu y ahora está en el PP, sí. Un allegado es edil del PP en un pueblo de Burgos. Pero no era de Sortu, era de EA. EA es un partido democrático. Hay mucha gente de EA ahora que está en contra de EH Bildu”, indican las fuentes consultadas sobre la profunda crisis que ha dividido a la formación de Garaikoetxea en dos sectores enfrentados en los tribunales.
Gómez Ruiz, según coinciden fuentes políticas y del pueblo, se metió en política para defender los intereses de una zona agrícola afectada por una carretera. Asumió cierto liderazgo vecinal y fue ahí donde EA lo reclutó. Fue elegido también en 2015 pero ya no en 2019. De aquella época como concejal datan algunos enfrentamientos con el PNV local, el partido que lidera el Ayuntamiento. Sin embargo, desde el PP recalcan que son conflictos “de lindes” y que los tribunales han acabado dando la razón a su candidato.
El PP lleva tres legislaturas sin representación en Güeñes y ahora este exedil de la coalición independentista va en el puesto tercero, sin opciones de ser elegido. Su perfil, sin embargo, ha adquirido notoriedad por el hecho de que el PP está haciendo bandera de que EH Bildu no es un partido homologable ya que mantiene en sus listas a expresos de ETA, algunos de ellos con delitos de sangre.
Fuentes de EH Bildu indican que el caso de Güeñes “no es una pérdida”. “Somos como el agua y el vino. Poco compromiso e ideología tenía” si ha saltado de la izquierda abertzale a la derecha española, razonan. en EA aseguran que no es afiliado desde hace tiempo. Y añaden: “Si ha terminado en el PP nunca debió serlo”.
Fuente: elDiario.es Euskadi
