El organillo es un instrumento musical portátil inventado a principios del siglo XIX en Inglaterra.
Es un instrumento que puede ser tocado con los pies. Para producir música solo hace falta girar un manubrio que hace mover sobre su eje a un cilindro que contiene unas púas de diferentes formas y tamaños que mueven a su vez a unos macillos que repercuten en las cuerdas de piano que se sitúan en el interior de un cajón haciéndolas sonar.
Cada rodillo solía tener 10 temas diferentes. En los instrumentos modernos la selección de la pieza se efectúa mediante una varilla con muescas, cada una corresponde a una partitura.
Por su facilidad de manejo, fue un instrumento popular que convivió con el piano e incluso con los gramófonos, sustituyéndolos en las fiestas populares. Era y es un instrumento tradicional en las verbenas de Madrid, y que en algunas de las cuales aún se utiliza para deleitarnos con el famoso chotis.
El típico instrumento de nuestras verbenas populares va desapareciendo poco a poco, pese a que los madrileños siempre hemos profesado un gran cariño a estos bulliciosos cajones musicales.
Los organilleros más conocidos fueron los Apruzzese, que en 1898 llegaron a Salamanca desde Caserta, (Italia). Antonio Apruzzese se vino de Salamanca a Madrid y conoció a su esposa, María, en el merendero del Canal. Antonio instaló su casa de fabricación y alquiler de organillos en la Carrera de San Francisco. Allí trabajaban siete u ocho empleados.
Los organillos se hacían de seis o de diez canciones. El más famoso fue “el abuelo” uno de los instrumentos que la familia se trajo de Italia. A su muerte, en 1995, Fernando Ochoa continuó con la empresa. En 2008 se cerró el negocio y Ochoa ofreció la histórica colección de organillos al Ayuntamiento y a la Comunidad, pero éstos no mostraron interés por la misma. El Ayuntamiento dejó de contratar organillos para las verbenas madrileñas en época del alcalde Gallardón. Las últimas casas de alquiler de organillos desaparecieron.
Quique y Alfredo decidieron que Madrid y sus aficionados no se merecían ésto, así que se pusieron manos a la obra y en 2016 abrió una casa de alquiler de organillos. Puedes encontrarlos aquí.
Fuente: Wikipedia y caminandopormadrid.blogspot.com
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