El fin de la Casa de Niños Burbujas o el ocaso de la enseñanza pública municipal en Leganés

Madres y padres de la escuela alertan de su inminente cierre mientras las bajas sin cubrir y los contratos sin renovar son una constante en todas las Escuelas Infantiles y Casas de Niños gestionadas por el Ayuntamiento

En la Casa de Niños Burbujas, sita en La Fortuna (Leganés), hay una clase con 14 niños y niñas y otra con 18. Tienen entre uno y tres años y les atienden únicamente dos educadoras. Hasta el viernes. Ese día expira el contrato de una de ellas. Un contrato de seis meses realizado a través de un programa de fomento del empleo del SEPE que no permite la renovación. Ese día esta escuelita cerrará puertas, tal y como han confirmado técnicos del Ayuntamiento a algunas familias del centro.

“Nos cierran. El próximo jueves a las 12 tenemos una reunión en el patio con la técnica en el área de educación del Ayuntamiento donde nos lo van a comunicar. 32 familias nos vamos a quedar sin nada. Nos han dicho que nos busquemos alternativa”, expresa Ruth Abramowicz, madre de una alumna.

La historia de Burbujas no es un caso aislado; se inserta en un contexto de deterioro de los servicios educativos municipales. La ausencia de nuevas contrataciones en las Casas de Niños y en las Escuelas Infantiles, un total de 16 centros en toda la ciudad, es un reclamo que en los últimos años suena con fuerza en la voz de sindicatos, asociaciones vecinales y un grupo de acción conjunta creado entre madres y padres de los centros. Como muestra, la última acción: el pasado 14 de octubre acudían a la puerta del Ayuntamiento, disfrazados de personajes de cuento, reclamando una solución para el proyecto educativo.

“En la tarde del 21 de octubre se ha realizado un reparto de octavillas en el barrio de Zarzaquemada con el objetivo de seguir informando a la ciudadanía por los diferentes barrios de Leganés de los problemas que atraviesa este servicio público”, informan desde la sección sindical de UGT del ayuntamiento. “De la falta de maestros y maestras —prosiguen—, de la no cobertura de bajas, permisos de lactancia y maternidad y por supuesto de la falta de estabilidad en el proyecto por el abuso de las contrataciones temporales y los programas de empleo”.

El Salto ha intentado obtener la versión del Ayuntamiento de Leganés, pero no ha conseguido respuesta.

Superávit y sin contratos

Desde el grupo municipal de Unidas Podemos del municipio hablan de una situación difícil de entender en un municipio que en los últimos años ha contado con superávit. De hecho, cerraba 2020 con 48 millones guardados en las arcas . “Este año cuentan con un presupuestos de 205 millones de euros y no se van a gastar ni 135. Puede que queden 50 millones sin ejecutar. No es un problema de dinero, es un problema de gestión y de voluntad política”, explica a El Salto Óscar García, concejal de esta formación.

“Este año cuentan con un presupuestos de 205 millones de euros y no se van a gastar ni 135. Puede que queden 50 millones sin ejecutar. No es un problema de dinero, es un problema de gestión y de voluntad política”

“Claro que se puede contratar, pero no quieren. Hay un pulso entre la interventora —una funcionaria que vela por el cumplimiento de la normativa en el municipio— y el gobierno a ver quién puede más y en esa guerra se están llevando por delante a trabajadores, profesores, madres, padres y sobre todo a los niños y niñas”, explica García.

Pepa Macías, también concejala de esta formación, avisa de que, detrás de Burbujas, pueden caer otras más. “En la Escuela Infantil  El Jeromín ahora se van cuatro educadoras. No podemos consentir que se sigan haciendo contratos de seis meses en una escuela. Cada una de ellas tiene un proyecto de trabajo y cuando las profesionales se ponen al corriente se tienen que marchar”, alerta.

Desde esta formación recuerdan que este tipo de contratos no están pensados para cubrir puestos estructurales, “sino para que alguien ejerza como apoyo al titular del puesto. Además, les contratan en mayo y en verano no hay escuelas y cuando vuelven se tienen que ir”, apunta García.

”Es un problema de voluntad política. Quieren acabar con la educación pública que les supone un problema porque son gente que protesta. Quieren pasar a un modelo concertado que es un posible negocio para amiguetes“

Y, entre las causas, van más allá. “Quieren acabar con la educación pública que les supone un problema porque son gente que protesta. Quieren pasar a un modelo concertado que es un posible negocio para amiguetes y van hacia ahí”, concluye el concejal de Unidas Podemos.

Mientras, el grupo de acción de madres y padres seguirán dando la batalla. Este jueves 28 de octubre a las 17:00 horas hay una concentración frente al Ayuntamiento. “Mi hija pierde su espacio de juego y de aprendizaje. ¿Cómo encaja esto en un ayuntamiento con las cuentas saneadas? ¿ Cómo puede llamarse este ayuntamiento socialista?. Es una vergüenza”, sentencia Ruth Abramowicz.

Fuente: Sara Plaza Casares en elsaltodiario.com

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