“La belleza de cualquier gran descubrimiento como este es que es una oportunidad de retribuir a la comunidad científica y al mundo”, subrayó Robert DePalma, autor principal del estudio.
Un equipo internacional de científicos publicó este miércoles en la revista Scientific Reports un estudio en el que confirma de manera concluyente la estación del año que transcurría cuando un inmenso asteroide impactó en la península de Yucatán y desencadenó la extinción masiva de los dinosaurios.
“La época del año juega un papel importante en muchas funciones biológicas como la reproducción, las estrategias de alimentación, las interacciones huésped-parásito, la latencia estacional”, explicó Robert DePalma, autor principal del estudio. “Por lo tanto, no es de extrañar que la época del año en que se produzca un peligro a escala mundial pueda desempeñar un papel importante en la gravedad de su impacto en la vida“, agregó.
El investigador señaló que la estación climática en que se produjo la caída del asteroide “ha sido una cuestión crítica para la historia de la extinción del Cretácico final”, pero que, hasta ahora, la respuesta a esa pregunta no había sido clara.
El enorme asteroide que creó el cráter de Chicxulub hace 66 millones de años también provocó la desaparición del 75 % de la vida en la Tierra. Sin embargo, fue gracias a este reciente estudio que pudo determinarse exactamente la estación del año que transcurría en el hemisferio norte cuando ocurrió el impacto: la primavera. Específicamente, finales de la primavera e inicios del verano.
Para llegar a esta conclusión, DePalma examinó el sitio arqueológico de Tanis (Dakota del Norte, EE.UU.), considerada un lugar “único” que proporcionó “una gran cantidad de información nueva y emocionante”.
“Los datos de campo recopilados en el sitio, después de un arduo trabajo para analizarlos, nos otorgó una nueva visión increíblemente detallada no solo de lo que sucedió en el límite Cretácico-Paleógeno, sino también exactamente cuándo sucedió“, dijo Antón Oleinik, coautor del estudio. “Es asombroso cómo múltiples líneas de evidencia independiente sugirieron tan claramente qué época del año era hace 66 millones de años cuando el asteroide golpeó el planeta”, acotó.
Un estudio anterior dirigido por DePalma había concluido que el sitio de Tanis data precisamente de la época del Cretácico final, cuando ocurrió la caída del asteroide. Esa investigación documentó que un tsunami masivo desencadenado por el impacto fue la causa de que una capa de sedimento cubriera Tanis, preservando en el tiempo un rico registro fósil de vertebrados que murieron casi inmediatamente tras la catástrofe.
La última primavera de los dinosaurios
Los investigadores examinaron la estructura y el patrón únicos de las líneas de crecimiento en las espinas de peces fosilizados del sitio, y determinaron que todos murieron durante la fase de crecimiento primavera-verano. El análisis isotópico de alta tecnología de las líneas de crecimiento proporcionó una confirmación independiente de esta observación inicial.
“La belleza de cualquier gran descubrimiento como este es que es una oportunidad de retribuir a la comunidad científica y al mundo”, subrayó DePalma. “No solo responde preguntas importantes, sino que también despierta nuevas mentes para avanzar y lograr”, continuó.
Por su parte, Oleinik concluyó que “una de las mejores cosas de la ciencia es que nos permite mirar hechos y eventos aparentemente bien conocidos desde diferentes ángulos y con diferente precisión” y que, por lo tanto, “avanzamos en nuestro conocimiento y comprensión del mundo natural”.
Fuente: actualidad.rt.com