- Ecologistas en Acción critica la campaña de recogida de hojas 2024 del Ayuntamiento de Madrid y el uso de las sopladoras.
- La ejecución de los trabajos es perjudicial para la ciudadanía al propiciar la respiración de partículas contaminantes y ser muy ruidosa.
- La organización ecologista exige a la corporación que apueste por medios más tradicionales, sostenibles y socialmente justos.
El Ayuntamiento de Madrid anunció el 6 de noviembre el inicio de la campaña de recogida de hojas 2024. Entre una abrumadora cantidad de cifras sobre operarios y maquinaria destacó el despliegue de 80 aspiradoras (los camiones grandes que van detrás del grupo de operarios), 152 barredoras (los camiones pequeños que portan los cepillos, de los cuales el Ayuntamiento dice que el 53% son eléctricos o de gas natural comprimido) y 400 sopladoras (los equipos que cargan a su espalda los operarios).
La ciudadanía de Madrid no ha necesitado leer la noticia sobre el comienzo de la campaña, pues desde hace semanas, en cualquier momento del día, el estruendo de la maquinaria la sobresalta e impide seguir concentrada en sus tareas o, simplemente, descansando.
Ecologistas en Acción Madrid no niega la necesidad de limpiar y despejar las aceras, caminos y calles de hojas que pueden entorpecer los movimientos de la población, especialmente ancianos, carritos con niños y personas con movilidad reducida. Sin embargo, critica por diversos motivos la ejecución de esta campaña por parte del área de Limpieza y Zonas Verdes.
Aunque el consistorio indica que “el innovador sistema sustituye el aire por agua a presión para poner las hojas al alcance de las barredoras, con lo que se evita el polvo en suspensión y las molestias que pudieran ocasionarse a los ciudadanos”, miembros de la organización ecologista han hablado y comprobado con diversas cuadrillas de limpieza, en distintos momentos y lugares de la ciudad, que ninguno de los operarios estaba utilizando las sopladoras de agua a presión que se describen en el anuncio.
En realidad, estaban empleando tradicionales sopladoras de aire, concretamente los modelos Stihl Br800, StihlBr700 y Stihl Br430, todos ellos de gasolina, que como implícitamente reconoce el Ayuntamiento, elevan sobre el nivel del suelo grandes cantidades de partículas sólidas contaminantes PM2,5 y PM10, así como restos de excrementos animales y alérgenos a la altura de las vías respiratorias con el consecuente riesgo sanitario para las personas.
Sin entrar a valorar el cumplimiento de las medidas relativas a la normativa sobre Prevención de Riesgos Laborales, parte de los trabajadores portan mascarillas y auriculares durante sus trabajos, lo cual es indicativo de que, por un lado, las sopladoras levantan partículas, por lo que o bien los supuestos beneficios de presurizar agua no son ciertos o que, como afirmamos, las sopladoras mayoritariamente son las tradicionales y por otro lado, dichas sopladoras y barredoras generan un ruido insoportable desde primera hora de la mañana, con las molestias consiguientes para el vecindario y los propios trabajadores.
También se refiere el Ayuntamiento a la supuesta sostenibilidad de dicha flota pues, según su declaración, más de la mitad de la misma emplea gas natural o electricidad como fuente de energía. Sin embargo, durante la ronda de comprobaciones llevada a cabo por el colectivo ecologista, la maquinaria usaba combustibles fósiles tradicionales, como las barredoras Swingo200+
Ecologistas en Acción Madrid exige al Ayuntamiento que implemente otro plan de recogida de hojas cuyas principales líneas de actuación potencien el factor humano, aumentando las plantillas y mejorando sus condiciones laborales; regresando a métodos silenciosos y sostenibles como barrer las calles, métodos que no dispersan las partículas contaminantes por nuestro aparato respiratorio; redescubriendo herramientas tan elementales como escobas y cepillos, reduciendo el uso de la maquinaria a lo estrictamente imprescindible, rebajando el apartado de gasto en los pliegos de los contratos públicos relativo a la compra de maquinaria extranjera que solo beneficia a unos pocos.
Fuente: ecologistasenaccion.org