Está situado detrás de la ermita de San Isidro sobre el llamado Cerro de las Ánimas, en el entorno de la actual Vía Carpetana, dando por uno de sus costados a la avenida de la Ermita del Santo.
El cementerio se ubica en la margen derecha superior del río Manzanares, entre los puentes de Segovia y Toledo. Se construyó en 1811 y posteriormente se fue ampliando con nuevos patios a lo largo del siglo XIX.
Durante el siglo XIX se convirtió en el cementerio de la nobleza de Madrid, siendo el preferido por la aristocracia, los políticos, los grandes burgueses, artistas, y muchos españoles célebres o poetas. Lo que nos ha legado, entre sus siete patios, un conjunto de panteones de gran calidad arquitectónica y artística dentro del monumento funerario.
De los siete patios que conforman el cementerio los tres más antiguos son de planta rectangular, estructura claustral y en la que se encuentran los nichos, que es la parte más sobria. El más antiguo de los patios es el de San Pedro (1811), diseñado por José Llorente y en él se pueden encontrar las sepulturas de Antonio Fraseri (médico de Fernando VII), de Bernardo Conde (director de la Fábrica de Cerámica del Buen Retiro), Campomanes y la familia Madrazo.
Más tarde se levantarían el patio de San Andrés, en 1829 y obra también de José Llorente, y el patio de San Isidro, obra de José Alejandro Álvarez y construido en 1842. A mediados del siglo xix se hizo necesaria una nueva ampliación, construyéndose el patio de la Concepción, bajo proyecto de Francisco Enríquez y Ferrer, de estructura neorromana de columnatas y torreones, que encierra un formidable conjunto de panteones con todos los estilos del siglo xix. A lo largo del siglo xx se seguirían construyendo este tipo de estructuras, aunque su auge tendría lugar durante el período de la Restauración.
Fuente: es.wikipedia.org