28M: las derechas crecen pero una movilización progresista puede aguar la noche al PP

En la batalla autonómica y municipal, los candidatos ‘populares’ mejorarán sus posiciones con respecto a 2019 pero la suma de mayorías podría dejarles sin gobernar. El aguante de UP, clave en algunas regiones. Cuádruple empate en Barcelona y peligro de caída de la izquierda en el País Valencià. Y por qué la mesa está servida para que el PSOE parezca derrotado el último domingo de mayo

Una de las noticias de la semana en cuanto a perspectivas electorales fue la encuesta de 40db en la que se constata que la unión de Sumar y Podemos blindaría en el Congreso una mayoría en escaños progresista y plurinacional, a pesar del triunfo del PP. Pero antes de las generales, hay que pasar por los comicios del 28M. Y allí el escenario descripto a nivel estatal parece que se repetirá en más de una circunscripción.

El 28 de mayo los ciudadanos están convocados a las urnas para elegir a los nuevos ediles en los más de 8.100 municipios del Estado español y a los legisladores de 12 comunidades autónomas. Es decir, todas menos Euskadi, Catalunya, Galicia, Andalucía y Castilla y León (esta última adelantó las elecciones hace año y medio por sugerencia de Génova, unos meses antes de la defenestración de Pablo Casado). Madrid la adelantó también en 2021 para romper con Ciudadanos pero su estatuto no le permite tener otra fecha de comicios sino completar los mandatos.

Así las cosas, la alfombra roja para mostrarse ganador la tiene el Partido Popular, porque más allá de las encuestas, hay que recordar que el que pone en juego la mayoría de los gobiernos es el PSOE, que arrasó en 2019. De las 12 autonomías que eligen gobierno, tan solo dos son gobernadas por el PP y ambas con un triunfo asegurado. La matemática este año juega en contra de Ferraz.

La dinámica política tiene esas cosas. En 2015 y un poco también en 2019, el día después de la votación la noticia era que el PSOE y sus socios se hacían con gobiernos previamente con ejecutivos conservadores. Pero 2023 será un híbrido, no habrá un escenario como el de 2011, con una marea azul PP ganando por todos lados, ni tampoco como hace cuatro años, en el que el color rojo predominó. Este es el año de los empates y de aguantar la respiración hasta el final en la mayoría de los sitios.

Autonomías: tres certezas y mucha incertidumbre

“Para el 28M se presenta una combinación de factores. Tenemos la movilización del bloque conservador, una mayor abstención en el electorado de izquierda y la casi desaparición de Cs. Esto hace que los resultados en las encuestas estén más favorables para el PP y Vox. Y otro factor a tener en cuenta es el tercer bloque, el llamado otros, que son los regionalistas, soberanistas, especialmente los nuevos, que son la España Vaciada, que impactará en la formación de algunos gobiernos”, explica a El Salto el codirector de la consultora y encuestadora Electomanía, Miguel Díaz López.

Sobre los resultados y las mayorías que se podrán conformar luego, según Díaz hay solo tres casos en los que prácticamente es imposible que haya cambios de gobiernos: Madrid, Murcia y Asturies. En el primer caso, se mantiene intacto el fenómeno político de Isabel Díaz Ayuso. El promedio de encuestas la ubican en el peor escenario a dos o tres escaños de la mayoría absoluta. Si entrara Unidas Podemos a la Asamblea, la aritmética D’Hont la dejaría sin mayoría absoluta. Si los morados no superan el umbral del 5%, esa mayoría propia del PP es casi un hecho.

El destino, curiosamente, le hace un guiño a la ‘lideresa’: este año se eligen 135 diputados y no 136, porque se basa en el último censo electoral, y Madrid ha perdido residentes con respecto al de 2021. Por tanto, que haya un asiento menos le permite a Ayuso acariciar más de cerca la mayoría. Otro hecho a destacar es que Vox ha cambiado la estrategia y dijo que si sus votos son necesarios para la investidura exigirá, esta vez sí, entrar al ejecutivo.

La sociología madrileña ha cambiado tanto que ni siquiera ya es relevante que el llamado ‘cinturón rojo’ del sur se movilice porque hay muchas personas de clase trabajadora que votan a Ayuso

Una fuente de una de las formaciones de izquierdas con acceso a encuestas propias comentaba a El Salto que ha cambiado tanto la sociología madrileña que ni siquiera ya es relevante que el llamado ‘cinturón rojo’ del sur madrileño se movilice y vote en mayor proporción porque hay muchas personas de clase trabajadora que votan a Ayuso. También señala que el PSOE está empatado con Más Madrid y el segundo lugar en el podio es un enigma.

La gran batalla, no por cantidad de población sino por el empate técnico que existe entre bloques, se llama País Valencià, tras dos legislaturas de tripartito PSOE-Compromís y Unides Podem. “Ximo Puig es una figura con buena valoración pero en escaños el escenario apunta mejor para las derechas. Con que Vox no se hunda, el PP lo tiene más fácil porque recibe en masa los votos de Cs”, afirma Díaz.

Los sondeos muestran una ligera caída de Compromís, que ya no lleva a Mónica Oltra como candidata sino a Joan Baldoví (habrá que ver cómo impacta ello en sus bases), y Podem estaría al borde de quedarse fuera de un asiento en Les Corts al no superar el piso del 5%. Las tres provincias de la Comunitat Valenciana tienen 5 millones de habitantes y suelen ser una fuerte marea de votos para el PP en las generales, además de uno de los emblemas del poder territorial de la derecha hasta 2015. Varios analistas creen que si los conservadores logran arrebatarle la Generalitat al PSOE, Feijóo tendrá parte del camino hecho.

Desde Compromís aseguran que el haber rechazado una alianza electoral con Podem beneficia las posibilidades de renovar el tripartito porque hay diferencias de tono y de programa entre ambas fuerzas y ensancha la base

Desde Compromís aseguran que el haber rechazado una alianza electoral con Podem beneficia las posibilidades de renovar el tripartito porque hay diferencias de tono y de programa entre ambas fuerzas y ensancha la base, que debe ser movilizada para que en el reparto de escaños entre UP y al menos por muy poco, haya mayoría. Además, Baldoví es del Bloc, una fuerza distinta a la de Oltra (Iniciativa del Poble Valencià) de las que integran la coalición Compromís.

Siguiendo en el Mediterráneo, donde peligra y con más alarma una alianza progresista-soberanista es en Illes Balears, que llevan dos legislaturas gobernando PSOE en alianza con Més y Podem. Es una de las pocas regiones en donde Cs resiste un poco más y a la vez las encuestas muestran un reforzamiento de los soberanistas  pero el ascenso del PP en los sondeos es nítido y la llave del Govern la podría acabar teniendo el PI, una especie de Convergència mallorquí, liberal en lo económico pero que defiende la identidad nacional balear. Otro escenario abierto que dependerá del reparto de escaños y sobre todo, las negociaciones posteriores. 

El PSOE lo tiene más tranquilo en Canarias para revalidar su ejecutivo (que tiene gracias a la alianza con UP, Nueva Canarias y los regionalistas de la Gomera) gracias a la división de los nacionalistas conservadores: Coalición Canaria se ha partido en tres y dos de sus formaciones componentes tendrán papeleta propia: el Partido Nacionalista Canario y Unidos por Gran Canaria. Pero la izquierda tendrá una nueva división: el Proyecto Drago de Alberto Rodríguez. Otro escenario abierto aunque más a favor para Ferraz.

En La Rioja, el PSOE corre peligro por el crecimiento al PP aunque una escisión de la derecha la perjudicaría: conservadores riojanos han montado un nuevo partido llamado Por La Rioja. A ello se suma que habrá otra lista regionalista de la España Vaciada, de corte más progresista. Esta vez Podemos e IU irán juntos, por lo que el seguro triunfo del PP puede no implicar una formación de mayoría. Algo más al norte, en Cantabria, no hay dudas del triunfo del regionalismo de Revilla y sólo queda saber si contará nuevamente con los apoyos del PSOE o acudirá al PP.

Podemos y su entrada a un parlamento vuelve a ser clave en Extremadura. Según Díaz, el crecimiento del PP gracias a la caída de Cs podría verse amortiguado allí por la mejora en las encuestas de UP y permitiría al PSOE seguir en la Junta. En Castilla-La Mancha es posible un vuelco: la ley electoral reformada de Dolores Cospedal que García-Page no quiso reformar se vuelve ahora en contra del PSOE. El suelo electoral tan alto para entrar al parlamento acercan la mayoría a PP y Vox, dejando fuera a UP. Quizás la España Vaciada consiga un escaño por Cuenca y podría cambiar la partida.

También será clave la España Vaciada en Aragón, territorio donde hizo su debut con Teruel Existe. El socialista Lambán, que nunca pierde oportunidad para desmarcarse de Pedro Sánchez, tuvo un ejecutivo sustentado en Podemos, la Chunta y el Partido Aragonés. El PP ganará por poco y tendrá a favor que allí los morados e IU no concurren aliados y todo dependerá de la negociación posterior en unas Cortes muy fragmentadas. 

La batalla municipal, llena de finales abiertos

Habrá que contener la respiración para conocer quién gobernará en las tres mayores ciudades del Estado. Empecemos por su capital: los madrileños volverán a darle el triunfo al PP (en 2019 ganó Carmena) pero Martínez-Almeida no tiene el tirón de Díaz Ayuso. A diferencia de la región, a nivel municipal la movilización de la izquierda sí tienes más posibilidades de cambiar el juego de mayorías y la entrada de Unidas Podemos será clave. Además, los ojos estarán puestos en Begoña Villacís (vicealcaldesa de Cs), quien seguramente logrará entre dos y tres ediles.

Lo que tiene en contra la izquierda de la capital es que sus dos principales candidatas, Rita Maestre (Más Madrid) y la tercera en las encuestas, la exministra Reyes Maroto (PSOE), no acaban de cautivar al electorado progresista y ni de cerca se asemejan al fenómeno Carmena. El ratio de participación electoral en los barrios ricos suele ser casi un tercio mayor que el de los sectores trabajadores. Pero a favor de ellos es que en este distrito Vox no despega y hasta empeoraría sus resultados con respecto a hace cuatro años. 

La capital de Catalunya es tal vez la disputa más intensa que tendrá lugar en la batalla municipal. “Barcelona presenta un escenario hiper fragmentado, con un cuádruple empate en la primera posición. Quien gane se va a definir por muy pocos votos”, señala Díaz López en cuanto a la paridad que hay entre Junts, el PSC, En Comú Podem y ERC, cuyos resultados oscilarían entre el 16 y el 19 por ciento, con un reparto bastante simétrico de los 41 escaños. 

La capital de Catalunya es tal vez la disputa más intensa que tendrá lugar en la batalla municipal y València mantendrá en vilo hasta el final a los votantes

La encuesta que más apunta al empate es la que ha difundido El Periódico de Catalunya, encargada por Esquerra, en tanto otras muestran un desmarque a favor del exconvergente Xavier Trias (el favorito de los sondeos) y el socialista Jaume Collboni. La actual alcaldesa Ada Colau presenta el desgaste de ocho años de mandato y el republicano Ernest Maragall no lograría repetir su triunfo de 2019, cuando obtuvo 21,4% de los votos.

Las encuestas dejan fuera del consistorio a Vox y ponen al PP también al borde no entrar por no alcanzar el suelo electoral. La situación es de tal empate que las conversaciones por pactos están a la orden de día y de hecho el PSC ha afirmado que se abre a la posibilidad de gobernar con Junts, algo que Colau ha asegurado esta semana que la deja “perpleja”.

Por su parte, València también mantendrá en vilo hasta el final a los votantes. Aquí el empate es entre bloques: el PP y Vox crecen a expensas de Cs mientras que el alcalde de Compromís durante los últimos ocho años, Joan Ribó, presenta desgaste. “Allí la situación va a depender de si Unides Podem logra o no entrar al consistorio. Si no lo logra, las posibilidades del gobierno de derechas son muchas. Además, casi todos los votos de Cs van a la derecha porque al haber un gobierno de partido más identitario, el Cs local era más conservador y sus votos no van al PSPV”, afirma Díaz López.

En Sevilla no se pone en duda que el PSOE revalidará su ejecutivo en el consistorio aunque quizás con menos margen. En Málaga, la otra gran ciudad andaluza, el PP seguirá arrasando. En Bilbao el PNV tiene asegurado su triunfo casi por mayoría absoluta y es en Zaragoza en donde los ‘populares’ lo tienen algo más difícil si Vox no logra un escaño. En Coruña y Vigo no habrá cambios y seguirán los gobiernos progresistas, mientras que todo indica que en Palma de Mallorca el tripartito progresista será echado y habrá cómoda mayoría de derechas. La sorpresa de la noche también la puede dar Gijón: Foro Asturias, con una candidata más identitaria y menos escorada a la derecha, podría ganar.

El mapa de poder español empieza a rediseñarse en veinte días y habrá que ver si la campaña formal, con las peleas dialécticas de los candidatos y los debates televisados, logran inclinar alguna balanza. Es el prólogo para la batalla mayor que espera a fin de año.

Fuente: Daniel Galvalizi en elsaltodiario.com

Foto: Yolanda Díaz durante la presentación Sumar en Madrid, el pasado 8 de julio | David F. Sabadell

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