En el año 2015, el gobierno del PP impuso una ley para reprimir la contestación ciudadana a sus recortes de derechos y libertades. La llamamos “ley mordaza”.
En la actualidad, la mayoría progresista en el Congreso trabaja para derogar esa ley represiva, recuperando derechos sociales y libertades cívicas para los españoles y las españolas.
En un ejercicio más de irresponsabilidad, la derecha intenta instrumentalizar a los agentes de la seguridad pública contra su gobierno, usando la mentira y la manipulación acerca de las propuestas registradas en las Cortes.
En realidad, fue el gobierno del PP el que recortó la plantilla de policías y guardias civiles en más de 10.000 agentes, además de utilizar a los agentes públicos para tapar sus corruptelas, como se está evidenciando en la comisión Kitchen.
En este 2021, PP y Vox reeditan aquella foto de Colón con nuevas mentiras acerca de la reforma de la ley de seguridad ciudadana
Y está siendo precisamente el Gobierno de Pedro Sánchez y el ministro Marlaska el que fortalece día a día el servicio público de seguridad, con 13.000 nuevos agentes, más de 600 millones de inversión en infraestructuras y una subida salarial del 21,5% en el año 2020.
La reforma de la ley mordaza no solo recupera derechos para la ciudadanía, sino que aporta nuevos recursos y, sobre todo, más seguridad jurídica para la actuación de policías y guardias civiles.
En el año 2019, PP y Vox se hicieron una foto histórica en la plaza de Colón a partir de una mentira que el tiempo ha puesto al descubierto: las supuestas cesiones al separatismo, el “inminente” referéndum de autodeterminación y la inevitable ruptura de España.
En este 2021, PP y Vox reeditan aquella foto de Colón con nuevas mentiras acerca de la reforma de la ley de seguridad ciudadana. Ni hubo referéndum, ni hubo autodeterminación, ni habrá desprotección alguna para la seguridad de los españoles.
La ley del 2015 recibió de inmediato la calificación ciudadana de “ley mordaza” porque su cometido era diáfano: la represión de los derechos de reunión y manifestación de la ciudadanía española.
Tal fue así, que durante estos años se han sucedido las denuncias respecto a aquellas disposiciones legales, que limitaban derechos fundamentales y que establecían un régimen de infracciones y sanciones inaceptables en una democracia de calidad.
La ley mordaza recibió un serio varapalo del Tribunal Constitucional en su sentencia del año 2020. El informe de la Comisión Venecia del Consejo de Europa instaba a España en marzo de este mismo año a reformar esta ley por su “potencial represivo”, al igual que recibe serias críticas en el último informe de la Comisión Europa sobre la vigencia del Estado de Derecho.
Podemos referir hasta 10 verdades y mentiras sobre las propuestas registradas por PSOE y UP en el Parlamento para derogar la ley mordaza.
Es verdad que se revisa el régimen de infracciones y sanciones por incumplimientos de la ley de seguridad ciudadana. Pero es mentira que se den “facilidades a los delincuentes”, entre otras razones porque los delitos y sus penas no se regulan en la ley de seguridad ciudadana, sino en el Código Penal.
Es verdad que no será sancionable el ejercicio pacífico del derecho de reunión o manifestación, incluso sin comunicación previa, cuando se trate de una expresión espontánea ante un acontecimiento de indudable repercusión social que no admita demora (Recordemos las concentraciones posteriores a la sentencia sobre “la manada”). Pero es mentira que se elimine con carácter general el requisito legal de comunicar previamente la celebración de manifestaciones.
Es verdad que serán responsables de infracción quienes comuniquen una manifestación con un objeto o finalidad diferente al realmente pretendido (Recordemos la manifestación fascista en Chueca convocada supuestamente en apoyo a la Agenda 2030). Pero es mentira que se elimine ahora la obligación de requerir “autorización” para manifestarse, por la sencilla razón de que en democracia el derecho a manifestarse no requiere de “autorización”.
Es verdad que no constituirá infracción la mera toma de imágenes o su difusión en lugares de tránsito público y manifestaciones, salvo cuando genere peligro cierto para la seguridad personal o familiar de los agentes. Por lo que es mentira que se desproteja a este respecto a policías y guardias civiles.
Sí, vamos a derogar la ley mordaza
Es verdad que las autoridades deberán desarrollar protocolos específicos sobre el uso de la fuerza y el material antidisturbios, en orden a utilizar siempre los medios menos lesivos y evitando aquellos que causen lesiones irreparables. Pero es mentira que se prohiba en la ley algún material en concreto.
Es verdad que el tiempo máximo para la identificación de personas en dependencias policiales se fija en dos horas, que puede extenderse a seis horas por causas excepcionales y justificadas. Por lo que es mentira que el límite se establezca necesariamente en las dos horas.
Es verdad que las personas identificadas en dependencias policiales tendrán derecho a que se facilite su retorno al lugar donde no pudo realizarse la identificación inicial, pero solo si se trata de un municipio distinto y no se altera el servicio. Por lo que es mentira que los agentes tengan que hacer de “taxistas”.
Es verdad que se regula que en los registros corporales externos (cacheos callejeros) no se deje a la vista la totalidad del cuerpo, ni de manera sucesiva cada una de sus partes, con el máximo respeto a la identidad sexual, procurando hacerlo siempre en lugar reservado y fuera de la vista de terceros. Pero es mentira que se prohiban los cacheos en la vía pública.
Es verdad que la presunción de veracidad del testimonio de los agentes en las actas de infracción requiere de coherencia, lógica y razonabilidad, y siempre salvo prueba en contrario. Por lo que es mentira que se elimine tal presunción de veracidad.
Es verdad que la ejecución de sanciones por multa en caso de infracciones de la ley de seguridad ciudadana se ponderará según la capacidad económica del responsable, incluidas reducciones y fraccionamientos de pago. Pero es mentira que vaya a ser “gratis” incumplir la ley.
Sí, vamos a derogar la ley mordaza.
Y vamos a intentar también desmontar las mentiras que se cuentan al respecto.
Fuente: Rafael Simancas en nuevatribuna.es
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