En su visita a la UE del mes de septiembre pasado organizaciones vecinales y ecologistas solicitaron la intervención del Banco Europeo de Inversiones para estudiar las alternativas que habrían permitido evitar el arboricidio que comenzó esta misma semana
La indignación de movimiento vecinal y ecologista en defensa de los árboles condenados a ser talados por las obras de ampliación de la línea 11 de Metro Madrid siguen recibiendo golpes bajos por parte del gobierno de Díaz Ayuso. A pesar de las intensas movilizaciones que vienen realizando desde el mes de febrero, esta misma semana se despertaron con el sonido de las motosierras en el parque de Arganzuela y en el de Comillas.
El último desaire ha sido el rechazo por parte de la Comunidad de Madrid a la intervención del Equipo de Mediación del Mecanismo de Reclamaciones del Banco Europeo de Inversiones (BEI) en el contencioso, y con ello, a que este equipo europeo estudie las propuestas alternativas, defendidas por el movimiento vecinal, que suponen un impacto muchísimo menor en el medioambiente urbano que el proyecto actual. También acusan a la administración regional de su “actitud sorda y poco dialogante” durante todo el proceso de gestación del proyecto y por tanto de “ ignorar todas las alegaciones y propuestas presentadas por los colectivos vecinales.
Las obras de Metro se hacen con fondos gestionados por el BEI, nada menos que un crédito de 372 millones de euros, para ejecutar un proyecto que ha sufrido varias modificaciones
La FRAVM y la Asociación Vecinal Pasillo Verde Imperial, en representación del movimiento contra las talas, presentaron en septiembre pasado una denuncia ante el BEI en la que entre otras cosas, solicitaban que se estudiasen las propuestas alternativas al proyecto de la Comunidad de Madrid, ya que las obras de Metro se hacen con fondos gestionados por este banco europeo, nada menos que un crédito de 372 millones de euros para ejecutar un proyecto que ha sufrido varias modificaciones.
De acuerdo a la información que maneja el movimiento vecinal la propuesta que la Comunidad de Madrid envió al BEI preveía la tala de 79 árboles y hoy el proyecto que se está desarrollando destruirá 676 ejemplares. También iban a verse afectadas solo 9.624,60 m2 de zonas verdes pero ahora son 48.170,00 m², un área cinco veces mayor a la prevista. Entre las afectaciones de las obras está la destrucción casi completa del parque de Comillas causada por la apertura en su interior del pozo de ataque de la tuneladora de las obras, y el consiguiente impacto en la población especialmente vulnerable del colegio Perú.
A pesar del desaire del gobierno de Ayuso los colectivos vecinales continúan adelante con su denuncia, y advierten al BEI que “teniendo en cuenta todas las irregularidades denunciadas, es muy posible que, en un futuro no muy lejano, un tribunal de justicia declare ilegal las obras de ampliación de la línea 11 de Metro”, ya que entienden que la Comunidad de Madrid se ha saltado la normativa medioambiental europea al haber modificado el proyecto inicial sin notificarlo. Con ello, argumentan, se podría estar incurriendo en graves irregularidades que contravienen siete de las 11 normas medioambientales y sociales del BEI, conocido también como el Banco del Clima.
“Teniendo en cuenta todas las irregularidades denunciadas, es muy posible que, en un futuro no muy lejano, un tribunal de justicia declare ilegal las obras de ampliación de la línea 11 de Metro”
Mientras prosigue el destrozo de los parques de Arganzuela y Comillas, el movimiento vecinal ha convocado dos actos de protesta para mañana viernes, 15 de diciembre: una asamblea informativa a las 16:00 en la entrada del Colegio Perú, junto al parque de Comillas (acceso calle Antonio Leyva) y una manifestación a las 19:00 desde el Jardín de Palestina (Metro Palos de la Frontera)
Fuente: en elsaltodiario.com