El PP de Feijóo ha asumido definitivamente la estrategia populista del bulo-escándalo y la tierra quemada para alcanzar el poder
El Partido Popular se ha convertido en el principal problema de España.
El PP de Feijóo ha asumido definitivamente la estrategia populista del bulo-escándalo y la tierra quemada para alcanzar el poder, al modo en que la Internacional Ultra amenaza las democracias en otras latitudes.
La estrategia consiste en hacer uso de la desinformación, la crítica hiperbólica y la desestabilización permanente, a fin de forzar la caída del Gobierno constitucional.
No lo van a lograr, pero en su camino harán daño, a las instituciones de nuestra democracia, a las oportunidades que se abren para el crecimiento económico y el bienestar social, y a la convivencia misma.
El PP de Feijóo ha asumido definitivamente la estrategia populista del bulo-escándalo y la tierra quemada para alcanzar el poder
El PP es un peligro en el deterioro de la política, que es la actividad llamada a organizar el espacio público en democracia. Han decidido rebajar la conversación política a una sucesión de bulo-escándalos sin base, del falso caso Peinado al falso caso Edmundo, con el interés exclusivo de dañar al Gobierno de España.
El PP es un peligro en el deterioro de las instituciones, desde la deslegitimación como “okupa” del Gobierno legítimo, hasta la utilización del Senado como mero ariete antigubernamental, pasando por el desprestigio mediante infundios de instituciones clave para el funcionamiento del Estado, como el Tribunal Constitucional, el Banco de España, la fiscalía general del Estado, el Centro de Investigaciones Sociológicas, la Agencia EFE…
El PP es un peligro para la economía y el empleo, porque se empeña en negar la realidad del crecimiento del PIB, porque insiste en pronósticos agoreros e infundados que jamás se cumplen, y porque sistemáticamente cuestiona aquí y allende las fronteras cada fortaleza competitiva de nuestro país.
El PP es un peligro para el bienestar social de las familias españolas y los colectivos más necesitados de la ayuda pública, porque bloquea la senda de estabilidad presupuestaria que aportaría los fondos que requieren comunidades y ayuntamientos para mejorar la atención sanitaria y la educación, para facilitar el acceso a la vivienda digna, para ampliar servicios sociales y de atención a la dependencia…
El PP es un peligro para el bienestar social de las familias y los colectivos más necesitados de la ayuda pública, porque bloquea la senda de estabilidad presupuestaria
Porque insiste en los regalos fiscales a quienes no los necesitan, mientras privatiza para negocio de la minoría aquellos servicios de los que depende la dignidad de la mayoría.
El PP es un peligro para la política exterior de España, porque su prioridad no es el interés del país sino el interés propio de desgastar al Gobierno. Y en ese propósito rompe consensos básicos en el respaldo a los candidatos nacionales para la Comisión Europea, en las relaciones con Marruecos, en el apoyo al pueblo palestino, en el fomento de la democracia en los países latinoamericanos…
El PP es un peligro para la convivencia misma, desde que decidió sumarse a los discursos que señalan falsamente a los inmigrantes pobres como potenciales ladrones y violadores en nuestras calles, para arrancar unos votos al odio, unos votos sucios e inmorales.
El PP se ha convertido en el nubarrón más oscuro en el horizonte del camino de España a la prosperidad
España vive un buen momento. Los hechos y los datos de la realidad así lo prueban. Desde la prosperidad económica a los récords de empleo, los avances sociales en igualdad, pensiones, becas, la cohesión territorial con rebaja sustancial de las tensiones separatistas…
La pluralidad política y la fragmentación de la representación parlamentaria constituyen un dato más de esa realidad, y suponen una dificultad añadida para la gobernabilidad, para legislar, para aprobar presupuestos. No obstante, esa es la voluntad democrática de la sociedad española y nuestra responsabilidad consiste en tejer acuerdos entre diferentes para atender el interés general. Puede hacerse. Lo prueban las 215 leyes de la legislatura XIV y las 17 leyes aprobadas ya en el Congreso durante esta legislatura XV.
Las personas con discapacidad lo saben, porque con acuerdos amplios hemos reformado el artículo 49 de la Constitución. Los pensionistas lo saben, porque con acuerdos hemos blindado el futuro de sus prestaciones. Los enfermos de ELA lo saben, porque con acuerdo estamos sacando adelante la ley que les mejora atención y cuidados…
Hay problemas, claro, pero la situación de partida, las oportunidades y las expectativas de país son muy interesantes en esta legislatura recién comenzada.
El PP se ha convertido en el nubarrón más oscuro en el horizonte del camino de España a la prosperidad.
Fuente: Rafael Simancas en nuevatribuna.es