Tres veteranos activistas, Daniel, José M. y Juan, han tenido que declarar en Comisaría por denuncias del párroco de la iglesia de San Sebastián. Ecologistas en Acción de Madrid quiere señalar que esta denuncia es injusta pues arremete contra quienes, precisamente, más han defendido el entorno de la Ermita de la Antigua, templo románico mudéjar del siglo XIII.
El entorno de la Ermita de la Antigua, el edificio con más años de Madrid, ha sido tradicionalmente un territorio abandonado por las administraciones y que ahora está pendiente de la ejecución del plan Urbanístico Cárcel de Carabanchel, APR 11.01. Este plan, cuestionado por el vecindario y por una veintena de entidades ciudadanas, prevé la destrucción de una zona verde, la desaparición de 700 metros de la vía pecuaria Vereda Camino de Boadilla, el arrase o enterramiento definitivo de un poblado carpetano y luego romano, el olvido de los restos –sepultados– de la derribada cárcel de Carabanchel, etc.
Los tres activistas denunciados forman parte de la plataforma ciudadana Carabanchel Historia y Patrimonio, que respalda y mantiene todas esas reivindicaciones. Son asiduos, desde hace unos siete años, en el entorno de la Ermita.
El párroco interpreta que la presencia de estas personas cuestionan su labor pastoral, cuando oficia una misa todos los sábados. Sin embargo, el motivo de las visitas por parte de los tres denunciados y de muchas otras personas no es sino acudir a observar esta joya del románico. Las visitas, en grupo o de forma individual, son siempre dirigidas por personas de Carabanchel, Historia y Patrimonio, ya que no existe ningún cartel ni panel que informe de las notables características de la Ermita, declarada BIC desde 1981, por lo que ha recibido cuantiosas ayudas económicas de las administraciones públicas.
La tarea de mostrar, de forma voluntaria y altruista, los valores arquitectónicos y pictóricos de la Ermita parece haber desatado un ataque de celos por parte del párroco y de los empleados del cementerio anexo, que vienen actuando, incluso con amenazas, contra las personas de Carabanchel, Historia y Patrimonio.
Por otro lado, la Vereda que discurre a lo largo del cementerio y de la Ermita es lugar de vertido de escombros, neumáticos y residuos de todo tipo, que precisamente han sido recogidos en muchas ocasiones por grupos de ciudadanos a lo largo de los 700 metros de vía pecuaria para depositarlos justo en el punto al que llegan los servicios municipales de limpieza, lugar que coincide con las proximidades de la Ermita, lo que ha hecho que el párroco denuncie de amontonar ahí los residuos (para que los recojan los servicios municipales) justo a quienes están cuidando y adecentando la zona.
El tramo de 700 metros vía pecuaria, y por tanto terreno público es reclamado por Carabanchel, Historia y Patrimonio como un corredor verde de 21 metros de anchura, lo que miden las Veredas según la ley de Vías Pecuarias.
Además de la denuncia, se han colocado carteles ofensivos hacia los activistas, que les tachaban de “alcohólicos, drogadictos, gente inculta, sucios malvestidos, gente bronca”, provocaciones a las que no han respondido en ningún momento. Así mismo, por encargo del párroco, hay personas con chalecos reflectantes a modo de uniforme que muchos días impiden acceder a la Ermita y el Cementerio, a pesar de que es un Bien de Interés Cultural y hay derecho de acceso. También colocó un cartel con el mensaje de “Reservado el derecho de admisión” como si se tratara de un negocio privado.
Por todas estas razones, Ecologistas en Acción de Madrid solicita al Juzgado Nº 6 de Plaza de Castilla que proceda al archivo de esta denuncia. Por su parte, expresa su apoyo a los tres activistas denunciados y a las entidades y personas que reclaman una adecuada atención de este entorno. Por último, solicita al arzobispado de Madrid que haga entrar en razón al párroco y no busque enemigos donde solo hay buenas intenciones.
Fuente: ecologistasenaccion.org
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