Aumentan las colas del hambre: Los bancos de alimentos están agotando sus existencias

Hay focos de pobreza en todo el territorio español. Algunos más visibles, otros más ocultos. Todos desgarradores.
«La miseria que no cesa» comenzaba el editorial de ayer de la web hermana Insurgente. Los Bancos de Alimentos de Madrid confirman que más de 350.000 personas, un 6 % de la población de la región, acuden pidiendo comida a los bancos de alimentos, administraciones y entidades solidarias de todo tipo.
Y no es que lo ignoráramos, vemos las colas, sabemos de la miseria, escuchamos de las necesidades de las familias que efectivamente no solo es que no llegan a fin de mes, sino que no tienen comida en su casa muchas veces.
Sabemos de plataformas de apoyo mutuo cuyos vecinos y vecinas piden solidaridad y ayuda, compañeros y compañeros con un fuerte compromiso que realizan un llamamiento desesperado para que los bancos de alimentos no queden vacíos, para que no haya familias sin comida.
Organizaciones no gubernamentales, entidades como Cáritas, asociaciones vecinales y otros movimientos de la Comunidad de Madrid calculan que el total de personas que hoy se encuentran en una situación altamente precaria y que dependen de la entrega de alimentos asciende a 350 mil personas. El 10% corresponde a niños, niñas y adolescentes. 10 mil de ellxs, lactantes.
«Las despensas de los bancos de alimentos se agotan» advertían desde una ONG hace escasas dos semanas. Lo hacían las personas voluntarias de la Fundación Madrina, una de tantas fundaciones y ONGs, que confirmaban que sus almacenes se encontraban prácticamente vacíos. Y hace de esto dos semanas. Esa Fundación colabora con cientos de familias que dependen de esos alimentos para poder comer, así de simple. Comer. Su temor se acrecentaba porque con las vacaciones las donaciones y entregas podían disminuir.
Pero todo esto no empieza y termina en Madrid, aunque aquí sea más visible. Un ciclista barcelonés (Bernat López) llegaba hace pocos días a una ciudad de Galicia, en un periplo por todo el Estado español, con el solo fin de alcanzar los 5.000 kilómetros que equivaldrán a 5.000 kilos de alimentos -hay puestos de recogida por todas las ciudades por las que pasa- que en su momento serán donados a la Federación de Bancos de Alimentos de nivel nacional.
Esta imagen de un deportista realizando un evento deportivo para recaudar alimentos era algo usual si éstos eran destinados a una región del África o de Centroamérica. Bueno, ya vemos que no es así. Hace tiempo que no es así. Porque…
Hay focos de pobreza en todo el territorio español. Algunos más visibles, otros más ocultos. Todos desgarradores. Todos duelen e indignan. Todos generan rabia. Y todos evidencian la desigualdad e inequidad capitalista que se ha amplificado con el efecto de la pandemia. Pero no lo sufren los bancos, ni los estados, ni las farmacéuticas, ni los grandes grupos económicos. Jamás. No hay manera de que esto suceda. Siempre tienen cobertura, siempre tienen soporte, porque claramente SON el poder.
Fuente: Diana Cordero en kaosenlared.net
Imagen de portada: Reparto de alimentos de un banco de alimentos vecinal, en la Sala Triángulo de Madrid/JuanJo Martín. Diario Público.