“Por un Planeta 50-50 en 2030: Demos el paso para la igualdad de género”.
Es el tema de 2016 para el Día Internacional de la Mujer.
Acelerar los compromisos existentes en materia de igualdad de género bajo la iniciativa “Demos el paso” es el objetivo de ONU Mujeres.
Cuando en el mundo se conmemora el día internacional de la mujer, pocos saben o recuerdan el sangriento origen que tiene la fecha, la cual recuerda un trágico hecho que conmocionó a la opinión pública mundial… un poco de historia:
El incendio de la fábrica de camisas Triangle Shirtwaist de Nueva York el 25 de marzo de 1911 es el desastre industrial más mortífero en la historia de la ciudad de Nueva York y el cuarto en el número de muertes de un accidente industrial en la historia de los Estados Unidos. La fabrica de camisas, se quemó con 146 mujeres trabajadoras, la mayoría inmigrantes italianas y judias de entre 14 y 23 años la mayoría. Habían sido encerradas debido a que protestaban por mejoras laborales, y los dueños de la fabrica habían cerrado los accesos para evitar robos y desórdenes. De ahí nacieron cambios en materia legislativa en las normas de seguridad y salud laborales e industriales y la creación del Sindicato internacional de mujeres trabajadoras textiles. FUENTE:upsocl.com
La violencia contra las mujeres y las niñas constituye una pandemia a nivel mundial. Cada minuto que pasa las mujeres son violadas, maltratadas o asesinadas en aras de un sistema y de unos valores que las cosifican y niegan su dignidad y sus derechos. También en nuestro país los datos de está enfermedad resultan estremecedores: desde el año 2000 casi 1000 mujeres han sido asesinadas a manos del que era o había sido su compañero sentimental. Diariamente se registran más de 300 denuncias por violencia de género y cada 8 horas de media se comete una violación en España.
El repunte de la violencia machista traducida en asesinatos, como expresión final de la misoginia estructural y cultural, es un hecho constatable en la sociedad actual.
FUENTE:coordinacionbaladre.org
En un entorno como este, no es de extrañar que la violencia transcienda lo verbal, lo psicológico y lo doméstico, trasladándose al mundo del empleo donde se acrecientan las diferencias de clase y género por partida doble: brecha salarial entre hombres y mujeres, mayor cuanto peor cualificado y remunerado es el empleo; facilidad del despido que sigue la misma regla de proporcionalidad; incremento de la precariedad, tiempos parciales y falta de corresponsabilidad en el hogar, circunstancias todas ellas fuertemente vinculadas con la “clase” lo que no solo contribuye a la feminización de la pobreza (o al empobrecimiento de lo femenino) sino también a una violencia duplicada (mujer precaria). Y en este ámbito de combate de las violencias machistas no cabe más que la asunción de las mismas como una “cuestión de estado” en tanto en cuanto sea este, el estado, quien continúe tomando las grandes decisiones que afectan a la generalidad de la población. Asumir que el patriarcado genera una serie de situaciones que escalonadas en el tiempo, vividas a diario, conducen a obligar a las mujeres y hombres a convivir en un sistema que acepta unos roles de género injustos, injustificados y claramente violentos. Es por ello que tanto hombres como mujeres debemos enfrentarnos a ello, demandar políticas sociales y laborales que acaben con las diferencias de género, y sobre todo luchar a diario, donde y contra quien haga falta para que nos dejen de imponer modelos de relación basados en diferencias de género inventadas y trasmitidas por el patriarcado en connivencia perversa con el capitalismo.
EVENTOS EN MADRID: tribunafeminista.org