25 de octubre: Manifestación “en defensa de los servicios públicos, en defensa de Madrid”

El próximo domingo 25 de octubre, en torno a 50 asambleas y colectivos de barrio, organizaciones sindicales y políticas, han convocado una manifestación, que partirá a las 12:30 desde la plaza de Cibeles a Sol, bajo los lemas: «En defensa de los servicios Públicos, en defensa de Madrid».

Las organizaciones sociales, sindicales y políticas que suscribimos esta convocatoria nos hemos emplazado para avanzar en la articulación de una herramienta que nos permita dar una respuesta eficaz y solvente a la intensificación de la ofensiva privatizadora, clasista, protofascista y liquidadora de los ya de por sí precarios servicios públicos en Madrid, pero también a la pasividad del Gobierno español, pasividad que con frecuencia es auténtica complicidad con la política anteriormente señalada.

Madrid se ha convertido en los últimos meses en un campo de batalla entre la derecha y la izquierda del Régimen del 78 con una finalidad esencialmente electoralista. «Batalla» en la que ninguno de los dos bandos ofrece soluciones reales y cabales a los problemas de los barrios y clases populares. El debate lo establecen fundamentalmente en si hay que declarar el «Estado de alarma» o no. Ninguna de esas dos partes exige que el transporte público, especialmente metro y autobuses, cumplan con los más elementales requisitos para evitar la transmisión de la Covid; y que no nos repitan la auténtica estupidez de que en el metro no hay contagios. Ninguna de las dos partes ofrece proyecto concreto y materializable de recuperación del Sistema Sanitario Público y de adecuación a la situación de pandemia, como por ejemplo sería poner en marcha la Atención Primaria; las unidades de salud pública; una red eficaz de rastreadores; recuperar las camas hospitalarias suprimidas en los últimos años, recuperar el personal sanitario despedido; poner en pie una organización territorial del Sistema sanitario en función de los problemas de salud y no para potenciar su privatización, tal como han venido haciendo los gobiernos del PP de las últimas décadas y muy especialmente los de la señora Aguirre.

Ninguna de las dos partes ofrece alternativa para la recuperación del sistema de educación pública y mucho menos para su ajuste ante la situación de la pandemia, a pesar de que ya es el segundo curso en el que se tiene que impartir docencia en esas condiciones, y posiblemente no será el último.

Ninguna de las dos partes ofrece alternativas para solucionar de verdad -y no en las ruedas de prensa- la precariedad laboral, la precariedad habitacional, la precarización de las condiciones de vida de las mujeres y de los jóvenes… en síntesis, el aumento de la precarización de la vida del Pueblo Trabajador.

Una buena parte de nuestras horas de trabajo, un cuarto como media, va a financiar el entramado institucional: Ayuntamientos, Comunidades autónomas y el Estado central. No tenemos problema alguno en ello porque sin impuestos no puede haber servicios públicos. Lo que denunciamos y rechazamos frontalmente es que esos recursos públicos que proceden de nuestro esfuerzo y sudor, de nuestro trabajo se dilapiden, se utilicen irresponsable y fraudulentamente, como ocurre con harta frecuencia para alimentar redes de corrupción de clientelismo político.

El Régimen del 78 y todas y cada una de sus instituciones viven a costa del Pueblo Trabajador, pero el Pueblo Trabajador cada vez recibe menos de ese régimen. Parece que ha llegado la hora de que esto cambie; y por la evolución que observamos parece claro que sólo cambiando el régimen en su conjunto podremos conseguir la recuperación de unos servicios públicos de calidad y de una justicia social que merezca tal nombre.

Fuente: tercerainformacion.es

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