Mensaje de un torturado en la DGS a Ayuso

Hace ahora 53 y 54 años que tuve la desgracia de visitar durante días los calabozos que existían bajo tu despacho, Isabel Díaz Ayuso

Hace ahora 53 y 54 años que tuve la desgracia de visitar durante días los calabozos que existían bajo tu despacho, Isabel Díaz Ayuso.

Allí fui interrogado y torturado por los canallas de la Brigada Político Social, entre ellos el famoso Juan Antonio González Pacheco, alias Billy el niño.

No te cuento lo que allí me hicieron para no herir tu sensibilidad, pero supongo que al menos fue lo mismo que a los de Venezuela que tanto te preocupan. Los de aquí, algunos, aún seguimos con vida y recordamos aquellos terribles momentos.

Cada vez que he pasado por allí lo he recordado, incluso cuando te veo en diferentes actos en aquel lúgubre lugar lo hago y siempre me ha dolido que no exista una placa conmemorativa recordándolo.

Fuimos cientos, miles, los que pasamos por esos calabozos, por esos despachos convertidos en salas de tortura.

¿Sabes por qué razón? Pues te lo aclaro para que te enteres, por pensar diferente y luchar porque en este país hubiera una democracia. Ese fue nuestro gran delito.

Gracias a esa lucha, o al menos ayudado por ella, hoy tú puedes decir lo que te venga en gana, incluso atacar e insultar a cada instante a nuestro gobierno y su presidente.

::Pasa en Carabanchel::

A ti no te bajarán a esos lugares para hostiarte, para hacerte la bolsa, la piscina, la barra hasta que casi no pudieras mantenerte en pie.

Quizás tampoco en aquella época ya que pensando lo que piensas seguro que estarías al lado de los dictadores, de los torturadores.

¿Qué serías capaz de hacernos a las gentes de izquierdas, a quienes apoyamos y defendemos al gobierno actual y su presidente Pedro Sánchez, si tuvieras el poder que tuvo Billy? ¿Nos torturarías con saña y sadismo? Al ver tu mirada creo sinceramente que sí.

Tampoco te recordarán que si se pasaban de rosca podrían hacer como con otro compañero de lucha, Enrique Ruano, tirarte por la ventana y asegurar después que te habías lanzado tú.

Aquellos canallas existieron, “Billy el niño” existió, doy fe de ello, aquellos malos tratos, torturas, largos interrogatorios crueles también.

Los que aún quedamos con vida aún podemos clamarlo y exigir que se conozca por las nuevas generaciones, para evitar la vergüenza de descubrir que un 21% de ella añora a Franco y su dictadura.

Por eso ahora me indigna conocer la polémica que has provocado negándote a reconocer lo que la Dirección General de Seguridad (DGS) fue.

Creo que llega tarde, pero llega y aunque muchos de los que lo sufrieron ya no están entre nosotros aún quedamos unos cuantos que lo exigimos con fuerza. Gracias Pedro Sánchez por hacerlo. Imponlo, oblígales a que pongan esa placa, nos lo debes, nos lo deben.

Me interrogo también del por qué de ese 21%. Quizás y lo digo después de haberlo defendido a capa y espada en aquel tiempo como militante del PCE, por la teoría impuesta por Santiago Carrillo de la “reconciliación nacional”.

Entonces vi con claridad su necesidad, hoy lo veo bastante menos. Aquellos canallas, en la policía, en el ejército, en la justicia, en la política se nos fueron vivitos y coleando.

No planteo haberlos matado, no, pero sí que hubieran pagado por lo que hicieron, que fueran juzgados, condenados y encarcelados.

Mi torturador Billy, murió en la cama, se lo llevó un Covid justiciero, lo hizo además, para vergüenza de la democracia, con las medallas que le concedieron. Ahora sus herederos resurgen con fuerza e impunidad.

Como la citada Isabel Díaz Ayuso con su negativa a reconocer lo que en “su” edificio ocurrió.

Me entran ganas de gritarte alto y claro: te maldigo Ayuso, a ti y a tus cómplices. No lo hago porque gracias a la democracia por la que luché, por la que pasé por allí, ampara que no lo haga. Curiosa contradicción.

Esta carta va dirigida a ella, pero acaba con una posdata para mi compañero Pedro Sánchez::

No lo consientas, que no se salgan con la suya, impón esa placa, con todo el peso de la fuerza que tienes como gobierno.

No deseo irme de este mundo sin poder pasar por Sol y verla puesta en aquella fachada. Ese día al bajar la vista y ver las rejas de aquellos calabozos no volveré a revivir con dolor aquellos días. O al menos lo haré con el bálsamo de su reconocimiento.

Por cierto Sánchez, hay que poner en marcha con carácter urgente una campaña didáctica para que los jóvenes conozcan lo que entonces allí ocurrió.

Llévanos a los supervivientes a colegios y universidades para que se escuche nuestro testimonio, que seguro será más enriquecedor que el del fascista Vito Quiles. Veremos.

Fuente: José Luis Úriz Iglesias en nuevatribuna.es

separacb

youtube.com/carabanchelnet | tiktok.com/@carabanchelnet
También podría interesarte