Desde la Cumbre Social por el Clima, de la que forma parte Ecologistas en Acción, se rechaza que se siga proponiendo profundizar en mecanismos como los mercados de carbono o de desarrollo limpio, tras haberse demostrado que son fuente de numerosas violaciones de derechos humanos y ambientales
- A través del patrocinio, la COP25 se ha convertido en un gran escaparate donde lavar de verde a las empresas responsables de la degradación climática.
- Esta COP25 reducirá, probablemente, la ambición del Acuerdo de París, dilatando más los tiempos de presentación de nuevos compromisos.
- Desde la Cumbre Social por el Clima, de la que forma parte Ecologistas en Acción, se rechaza que se siga proponiendo profundizar en mecanismos como los mercados de carbono o de desarrollo limpio, tras haberse demostrado que son fuente de numerosas violaciones de derechos humanos y ambientales.
La Cumbre Social por el Clima ha presentado, durante una sentada convocada por Fridays for Future, su comunicado final y valoración de la COP25, que se ha celebrado del 2 al 13 de diciembre en Madrid bajo la presidencia de Chile, y que ha seguido obviando la necesidad de echar a los grandes contaminadores de estas cumbres. Más aún, ha permitido que a través de patrocinios se conviertan en escaparate donde lavar de verde a las empresas responsables de la degradación climática, obteniendo además acceso privilegiado a políticos y negociadores. De esta forma, las negociaciones de la COP25 están viéndose peligrosamente desviadas.
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La COP25 podría reducir aún más la ambición del débil proceso conocido como Acuerdo de París, dilatando los tiempos de presentación de nuevos compromisos y retrasando durante años el hacer frente efectivo a la emergencia climática, lo que tendrá catastróficas consecuencias. Además, se rechaza que se siga proponiendo profundizar en mecanismos como los mercados de carbono o de desarrollo limpio, tras haberse demostrado que son fuente de numerosas violaciones de derechos humanos y ambientales
Asimismo, desde la Cumbre Social por el Clima, de la que forma parte Ecologistas en Acción, se ha condenado la expulsión de más de 300 personas –defensoras de la justicia climática, personas científicas, jóvenes, mujeres, líderes indígenas, representantes de organizaciones de todo el mundo–, que se habían unido en una protesta pacífica en la cumbre oficial para hacer sonar la alarma.
En estas últimas horas de la COP25, se reafirma el compromiso desde la sociedad civil organizada de articular soluciones reales a la emergencia ambiental y social, llamando a mantener la presión frente a los políticos en defensa del bien común. Se seguirá saliendo a la calle para frenar la emergencia climática. Frente a la política neoliberal, las zonas de sacrificio o la locura de seguir extrayendo combustibles del suelo, se ha hecho un llamamiento a la resistencia pacífica pero firme. El mundo ha despertado ante la emergencia climática.
La Cumbre Social por el Clima, un éxito incontestable
Más de 15.000 personas venidas de todo el Estado español y los cinco continentes han participado en las más de 350 actividades realizadas en la Universidad Complutense de Madrid y el Espacio de Convergencia (cedido por UGT) del 7 al 13 de diciembre, en paralelo a la COP25, gracias al trabajo voluntario de más de 1.000 personas.
Durante las asambleas plenarias de cada día, con una participación de hasta el millar de personas, se ha tenido la ocasión de escuchar a decenas de personas de comunidades muy diversas que han compartido sus luchas y cómo están confrontando en primera línea las agresiones extractivistas y los impactos climáticos. Es el caso de la Minga Indígena (grupo de colectivos, organizaciones y comunidades indígenas de todo el mundo), o de Laura Zúñiga Cáceres, hija de Berta Cáceres, asesinada por el gobierno de Honduras por defender su territorio. Con estos testimonios, ha sido clara la conclusión de que el colonialismo sigue hoy más vigente que nunca.
Se ha destacado también la persecución que sufren especialmente las mujeres y el pueblo mapuche, cuya represión es una práctica histórica de todos los gobiernos hasta la fecha. También se han denunciado las violaciones de los derechos humanos del gobierno de Piñera, que asesina, desaparece, hiere, tortura y viola, hoy en el 2019.
En cualquier caso, y por encima de todo, el espacio de la Cumbre Social por el Clima ha servido para continuar tejiendo la red social y comunitaria urgente y necesaria, que hará más fuerte a la sociedad ante el escenario de crisis ecológica, social y climática al que se enfrenta.
Fuente: ecologistasenaccion.org