El 26 de mayo se decidirá en las urnas quién gobernará la Comunidad Autónoma de Madrid los próximos cuatro años. En El Salto hemos querido hacer balance de las políticas autonómicas en Sanidad, Educación, Vivienda, Medio Ambiente y Urbanismo y para ello hemos conversado con varias activistas. En esta ocasión repasamos con Nines Nieto, coordinadora de Ecologistas en Acción, las políticas de territorio de la Comunidad de Madrid.
Maria Ángeles Nieto, más conocida como Nines, es un referente a nivel
regional en el ámbito de la defensa del medio ambiente, cuya labor
reconocen los movimientos sociales que se preocupan por la
sostenibilidad de la vida y del territorio. Tras pasar más de 15 años
coordinando en la Comunidad de Madrid la organización Ecologistas en
Acción, esta activista está acostumbrada a bregar con las
administraciones, y sostener campañas e iniciativas que apunten a una
región más sostenible a nivel ambiental, pero también más justa en el
ámbito social.Nines Nieto comparte con El Salto su mirada crítica que
desborda la acción del gobierno del PP en la CAM para cuestionar el rol
de los partidos de la oposición, pero también las posturas del
consistorio de la ciudad de Madrid en la ordenación del territorio,
recalando en los grandes desarrollos urbanísiticos, como Madrid Nuevo
Norte.
¿Qué balance haces de esta legislatura?
No ha cambiado nada, ha sido una legislatura bastante decepcionante
porque si bien tampoco esperábamos demasiado del PP, durante la campaña y
el inicio de la legislatura con Cifuentes prometieron un giro en su
política y en el partido, cabía ahí la duda. Teniendo en cuenta además
que entraban dos partidos nuevos —tampoco teníamos muchas esperanzas en
Ciudadanos, pero no deja de ser un partido nuevo que prometía cambios y
alejarse de la corrupción— pensábamos que se iba a producir algún
cambio, que se iba a forzar al gobierno más de lo que se ha hecho.El resultado es que Ciudadanos ha sido una veleta que no ha servido
para nada, que han votado en contra de sus propias enmiendas —en el
caso, por ejemplo, de la ley de protección de animales domésticos—
generando absolutamente desconfianza y muy poca credibilidad. Podemos ha
sido una decepción, hay personas con la que hemos trabajo mejor, pero
ha habido una decepción absoluta, más centrados en las peleas internas
que realmente en hacer política y en hacer oposición al gobierno. Y
aunque parezca mentira, la salida de Cifuentes del empeoró todavía más
la situación a nivel ambiental y urbanístico.La tendencia de los gobiernos en la Comunidad de Madrid es una
inercia, una dinámica de no hacer nada, de la pasividad más absoluta y
esta legislatura ha sido esto, más de lo mismo, más de no hacer
absolutamente nada, al menos, se ha deshecho menos que en otras
legislaturas. En las legislaturas anteriores los avances que se habían
producido en las décadas precedentes se han ido desmantelando. En esta
legislatura, como era más difícil obtener mayorías absolutas en la
Asamblea de Madrid, algunas cosas no han llegado a salir adelante.
Es importante que no haya salido adelante la Ley del suelo que era tremenda a nivel urbanístico y a nivel ambiental, eso se ha debido precisamente a la falta de consenso entre los distintos grupos.
Es importante que no haya salido la Ley del suelo que era tremenda a
nivel urbanístico y a nivel ambiental, eso se ha debido precisamente a
esa falta de consenso entre los distintos grupos. Ciudadanos nunca se
supo qué iba a hacer, estaba apoyando al Partido Popular durante toda la
tramitación, pero a última hora afortunadamente no ha entrado en la
estrategia del PP y afortunadamente no se ha aprobado, sobretodo por el
proceso tan largo de tramitación de enmiendas, que había casi mil,
sobre todo 500 de Podemos y 200 del Partido Socialista y 100 de
Ciudadanos.
Sin embargo habéis sido muy críticas con la Ley anterior, la del 2001.
La Ley del suelo de 2001 la criticamos bastante cuando se aprobó
pero a día de hoy preferimos que se quede esa ley a que se apruebe el
texto presentado por el gobierno de Cifuentes. La ley de 2001 se ha ido
modificando desde entonces hasta el 2018. Todos los años se han ido
metiendo cambios en el articulado de tal forma que ha ido empeorando el
texto. Las modificaciones se han introducido sobretodo para permitir más
usos, construcciones y actividades en el suelo no urbanizable de
protección, para eliminar cesiones obligatorias en los nuevos
desarrollos, los promotores han ido reduciendo su obligación de tener
que ceder suelo gratuito y urbanizado para zonas verdes, para
equipamientos, para dotaciones.Para entender la envergadura de lo que estamos hablando, cuando la
Ley del suelo se aprueba si un promotor organizaba un nuevo desarrollo,
cuando se clasificaba un suelo de rústico a urbanizable tenía que ceder
120 metros cuadrados por cada 100 construidos, esos 120 metros cuadrados
se distribuían para zonas verdes, para dotaciones, para
infraestructuras, había porcentajes determinados para cada uso. A día de
hoy esas cesiones se han reducido a 50 metros cuadrados por cada 100
construidos. Y entre medias se ha caído la obligación que imponía a los
promotores ceder un porcentaje de suelo para la construcción de
viviendas sociales, eso ha desaparecido, ya no es necesario, no
solamente no es necesario ceder ese suelo, sino que el suelo ya cedido
que no estuviese ejecutado, en el nuevo texto de Ley que afortunadamente
no se ha aprobado, tenían la intención de devolverlo al promotor.Si ahora, en este momento, con toda la problemática de desahucios y
de falta de soluciones habitacionales para estas personas que se están
quedando sin vivienda, la Comunidad de Madrid no obliga a que se ceda a
la propia Comunidad suelo para construir este tipo de viviendas… A
parte sabemos que se ha producido la venta de esas viviendas —tanto del
IVIMA como de la Empresa Municipal del Ayuntamiento de Madrid— a fondos
buitres y se están produciendo expulsiones de familias de este tipo de
viviendas, todo eso se ha hecho porque se ha ido modificando la Ley del
suelo a la medida de los intereses de constructores y de inversores, y
la nueva Ley pretendía empeorar esta situación tanto a nivel de
urbanismo, como de vivienda, como de medio ambiente.
¿Qué marco normativo propondrían?
Nosotros siempre hemos considerado que es necesaria una nueva Ley
del suelo. Pero, por ejemplo, para las elecciones de 2015 presentamos
114 propuestas divididas en ámbitos tanto de normativa, como de medio
natural, como de agua, de movilidad. Este año hemos preparado otro
documento que recoge buena parte de esas medidas porque no se ha
cumplido nada más que una propuesta que era la derogación de la ley
VIRUS, que son las siglas de Ley de vivienda rural y sostenible, que
permitía construir hasta 900 metros cuadrados distribuidos en fincas de
un mínimo de seis hectáreas, esa ley se derogó a principios de
legislatura.Dentro de las 147 propuestas que presentamos en esta ocasión,
pedimos una nueva Ley del suelo, sabemos que el proceso de preparación
es largo, porque además lo que estamos pidiendo es que esa nueva ley sea
consensuada y participada por la ciudadanía y los sectores implicados,
lo que estamos pidiendo es que se inicie la legislatura con la
tramitación de una nueva ley, con la intención de que esté aprobada al
final de la legislatura. Mientras, lo que se pide es la derogación de
todo ese articulado modificado que se ha ido produciendo desde 2001
hasta 2018. Si se derogan esas modificaciones al menos nos quedamos con
un texto un poco más aceptable porque volveríamos a recuperar las
cesiones obligatorias, volveríamos a recuperar la vivienda de
protección, volveríamos a recuperar la protección del suelo no
urbanizable, eso en cuanto a normativa.
Y, ¿qué medidas habría que tomar de manera urgente en el ámbito del urbanismo y el medio ambiente?
Son muchas las medidas que habría que tomar porque la Comunidad de
Madrid está paralizada desde un punto de vista ambiental, incluso en
regresión si lo comparamos con los ochenta hasta mediados de los
noventa, cuando la CAM era una región que lideraba en temas ambientales
entre las comunidades autónomas, iba como por delante.A partir de la entrada de Esperanza Aguirre en el gobierno regional
se produce una paralización y un retroceso, entonces hay que avanzar en
todo. Pero lo que pienso que puede ser más urgente es desde luego una
Ley del suelo y una estrategia territorial, porque si tenemos
estructurado el territorio podemos saber cómo, cuándo y dónde podemos
seguir creciendo, o incluso, si no podemos seguir creciendo. Ver cómo
podemos hacer más eficiente el suelo urbano ya existente, reformar,
rehabilitar las infraestructuras —basta ya de nuevas infraestructuras,
vamos a mejorar lo que hay— porque Madrid no tiene capacidad para más
infraestructuras, sobretodo cuando muchas de ellas no se están
utilizando adecuadamente como pueden ser las radiales.
Es urgente una Ley del suelo y una estrategia territorial, porque si tenemos estructurado el territorio podemos saber cómo, cuándo y dónde podemos seguir creciendo, o incluso, si no podemos seguir creciendo
En mi opinión la gestión de residuos es uno de los problemas más importantes ambientales, el modelo económico, de consumo, es tan tremendo, cualquier cosa que quieras hacer, tienes que pasar por adquirir una serie de productos requeteempaquetados, sin posibilidad de reutilización de muchos de ellos, como puede ser el tetrabrik, que tienen una mezcla de tantos materiales diferentes que su reciclaje es practicante imposible y su reutilización, pues para pocos usos puede servir. Es fundamental tomarse en serio la reducción en origen de los residuos, la separación de materia orgánica para tener un compost de utilidad que tenga uso, ahora mismo el compost que se obtiene en Valdemingómez no sirve para nada, es otro residuo más.En tercer lugar podemos señalar una lucha efectiva contra el cambio climático, no ha sido posible la aprobación de una ley en esta legislatura, el PSOE presentó una pero se tiró para atrás con los votos de PP y Ciudadanos, es necesario tomarse en serio la mitigación y el freno al avance del cambio climático, y a la Comunidad de Madrid esto le ha importado tres pimientos. Al menos en esta legislatura se ha podido hablar de cambio climático porque en las legislaturas de Aguirre y González, ni tan siquiera se permitía hablar de cambio climático porque eran negacionistas, y en la Consejería, poder hablar de cambio climático, o algo tan sencillo como organizar unas jornadas con técnicos o con gente de la Consejería, era imposible. ¿Cómo ha sido la interlocución con el gobierno de la CAM?
Podemos dividir la legislatura en dos mitades, el período en el que está Cifuentes y el periodo en el que se va. En el periodo en el que está Cifuentes tuvimos cierta interlocución, algunas reuniones con el consejero de Medio Ambiente. No servían para mucho, pero por lo menos en esta primera parte se habían puesto la careta del diálogo y de la participación aunque en la hora de la verdad no fuera así.Una vez que se va Cifuentes y entra el nuevo consejero Carlos Izquierdo, es que no tenía ningún sentido ni tan siquiera hablar con él. Su papel en Asuntos Sociales fue tremendo, había sido diputado en la asamblea y el resto de grupos parlamentarios habían pedido su dimisión, ponerlo en Medio Ambiente, es que era absurdo. Luego cambió la estructura de la Consejería. En la legislatura, en cuatro años, ha habido tres consejeros diferentes de Medio Ambiente. En la última fase ni siquiera nos hemos reunido con el director general de Medio Ambiente, un director general que es cazador y que se va de montería a una zona lobera, durante la montería salen huyendo varios lobos y no pasa nada, de qué vas a hablar con una persona así. Es decir, estas personas: Qué hacen aquí, les da todo igual, que se dediquen a otra cosa. Es tan frustrante. ¿Qué pasa con las políticas en urbanismo? ¿qué grandes desarrollos urbanísticos hay en marcha?
El desarrollo urbanístico más preocupante es la operación Chamartín, la frustración con el Ayuntamiento ha sido tremenda. Podemos dividir en dos la legislatura, la primera mitad y la segunda. La Concejalía de urbanismo fue un batacazo desde el minuto uno. El gobierno se formó en junio de 2015, la primera reunión con el concejal fue en agosto y de ahí salimos diciendo, ¿de dónde sale este muchacho?. Algunas cosas en urbanismo se han conseguido negociar y otras no. Con la Operación Chamartín han ido al revés: al principio sí que han tenido una actitud contraria a aceptar la propuesta que venía desde la alcaldía de Ana Botella, pero a partir de julio de 2017, de pronto, aparecen de la mano del Ministro de Fomento, entonces Íñigo de la Serna y abrazan un proyecto muy parecido al original. Desde entonces es como si fuera una batalla, como si les fuera la vida en ello tanto al concejal como a la alcaldesa. Sacar adelante este proyecto no tiene ninguna justificación desde ningún punto de vista, es un pelotazo de libro, y además por parte de una entidad financiera y con suelo público, es que es tremendo, es un suelo público mayoritariamente de ADIF que se pone en manos del BBVA para que obtenga todos los beneficios del mundo mundial. Y no contentos con eso, el Ayuntamiento sacó pecho haciendo público el protocolo que han firmado con Distrito Castellana Norte (DCN), para distribuirse los costes e infraestructuras dentro del proyecto. El Ayuntamiento asume costes que no le corresponden como la remodelación del nudo de la M30 o la cubrición de las líneas de tren para meter encima una losa de hormigón sobre la que colocar una zona verde. ¿Cómo pueden sacar pecho de esto? Estás cargando al erario público unas cargas que no le corresponden. Es preocupante, llevaba 25 años ahí y si en 25 años no había salido adelante pues por algo sería. Ese es un proyecto que nos preocupa pero de mayor envergadura son todavía los desarrollos del Sureste, si en la operación Chamartín están previstas 10.500 viviendas y unas 20 torres para uso diario de oficinas, en el Sureste estamos hablando de casi 100.000 viviendas, es macizar la zona sur limitando entre el río Manzanares, la zona de San Blas y al sur el límite con San Fernando, Coslada, Rivas, toda esa franja de terreno que todavía queda libre. Es transformarla: son proyectos que vienen heredados desde el Plan General de 1997 con Álvarez del Manzano, pero se podría haber hecho más. El Ayuntamiento es cierto que ha frenado el avance de alguno de los desarrollos en esta legislatura, ha planteado la desclasificaciòn de pequeñas zonas, pero en sí el modelo sigue siendo muy similar, ha firmado para desarrollar uno de lo sectores que es Berrocales, 22.000 viviendas, y creemos que también se podía haber echado atrás. No entendemos la negativa desde el minuto uno a tramitar un nuevo Plan General de Madrid, es complejo, es largo, exige un esfuerzo muy grande, pero se podría haber hecho, si no se hace con este Ayuntamiento del cambio, ¿con cual otro lo vamos hacer?Luego también está la Operación Campamento, está en la misma situación. Son proyectos heredados de legislaturas anteriores, pero que se podría haber avanzado. En la Operación Campamento los terrenos son propiedad del ministerio de Defensa. Ahora está parado, no va ni para atrás ni para delante, no se ha repensado lo previsto. ¿Y fuera del municipio de Madrid?
Fuera de la ciudad de Madrid están paralizados de momento, no está habiendo mucha actividad de planeamiento, se está reactivando la construcción, se pueden ver varios desarrollos en varios sitios, se acaba de aprobar un desarrollo importante muy próximo a Chamartín, en Alcobendas, que es Los Carriles: 6.000 u 8.000 viviendas, pegado al monte Valdelatas, es una de las últimas zonas naturales que le queda al municipio de Alcobendas.Hay previstos grandes desarrollos al sur del municipio del Molar en el eje de la A1, este eje está por alguna razón ahora en el ojo de inversores. También en el sur del Molar, 6.000 viviendas. San Agustín De Guadalix está tramitando un nuevo plan, al mismo tiempo se ha aprobado la construcción de la variante de la A1 desde la zona del aeropuerto, desde la M12, hasta el Molar, eso lo que va a hacer es atraer movimiento en todo ese tramo urbanístico.Alcorcón está moviendo nuevos desarrollos que se aprobaron en la anterior legislatura y no se han ejecutado pero están moviéndose ahora, están muy cerca de la zona norte donde se preveían los desarrollos de Eurovegas. Boadilla del Monte está construyendo en otro de los terrenos que le quedan libres entre la zona urbana y el parque regional del río Guadarrama. Es en Madrid y en la corona metropolitana donde hay más grandes desarrollos previstos que pueden comenzarse en un periodo corto de tiempo. ¿Qué implican los grandes desarrollos a futuro?
Implican seguir manteniendo un modelo urbano obsoleto, arcaico, sin sentido, depredador de territorio, dependiente del vehículo particular. Son desarrollos extensivos pensados única y exclusivamente para moverse en vehículo particular, separados de las tramas urbanas, es muy cansino tener que repetirlo pero, ¿cómo es posible que a estas alturas sigamos planteando esta forma de desarrollo, esa transformación del suelo? Una vez que se urbaniza un suelo o se construye una gran infraestructura es irrecuperable, es prácticamente imposible levantar una zona urbana.
El modelo de los grandes desarrollos urbanísticos implica asumir una movilidad totalmente insostenible, consumo energético insostenible, incremento de emisiones, taparte los oídos y los ojos ante la realidad del cambio climático, ante la calidad del aire
Este modelo implica asumir una movilidad totalmente insostenible,
consumo energético insostenible, incremento de emisiones, taparte los
oídos y los ojos ante la realidad del cambio climático, ante la calidad
del aire. Es una patada hacia delante de “yo sigo haciendo lo que me da
la gana porque paso olímpicamente, del planeta, de la sociedad, de la
sostenibilidad”. No es solamente poner ladrillos, es todo el modelo de
movilidad, de consumo, de forma de vida, de segregación. Y es que estos
grandes desarrollos están pensados para una clase social determinada,
creándose todavía más división entre las clases sociales. Se sigue
invirtiendo mucho dinero público en grandes infraestructuras para dar
acceso a estos desarrollos mientas las zonas ya construidas pero en peor
estado se siguen olvidando porque a nadie le interesa invertir en
mejorar, tiene que invertir en nuevas actuaciones que visten más y se
venden mejor políticamente.
¿Hay algo que quieras decir a las y los votantes respecto a lo que hay en juego en las próximas elecciones?
Quisiera hacer un llamamiento a la ciudadanía porque ha estado muy
parada, durante el boom inmobiliario, durante todos estos años, es como
si existiera una ceguera hacia lo que es nuestro entorno. Es muy
ilusionante que adolescentes universitarias se estén movilizando y estén
comprendiendo la importancia que tiene el medio ambiente en sus vidas y
en su futuro y creo que eso debería extenderse al resto de la
ciudadanía, no vamos a tener una mejor calidad de vida, ni una justicia
social, ni una igualdad, si vivimos en un entorno contaminado,
segregado, incómodo.Para mejorar, para tener una vida en condiciones no necesitas tener
un chalet de un millón de euros, necesitas tener una calidad del aire
que no te enferme, un agua que puedas beber, unos alimentos que no te
produzcan alergias. Es importante que eso nos entre en la cabeza, que la
defensa del territorio, del medio ambiente no es cuestión de cuatro
ecologistas locas, que no es defender pájaros y árboles como decía
Esperanza Aguirre, que es defender nuestra propia supervivencia y eso
debemos entenderlo y debemos movilizarnos por nuestros derechos. Dentro
de esos derechos, al igual que el derecho a la vivienda y a un trabajo
digno, debe de estar el de disfrutar de un entorno adecuado. Debemos
involucrarnos porque es un derecho.
Fuente: elsaltodiario.com