Muchos de ellos se juegan la vida ante el fuego por un sueldo que no llega los 1.200 euros
Los bomberos de la Plataforma de Asociaciones y Sindicatos de Bomberos Forestales (PASBF) se han concentrado este jueves a las puertas del Congreso de los Diputados. Vestidos de uniforme, con pancartas y gritos a coro han clamado por sus derechos laborales y para que vea la luz el Estatuto Básico de Bomberos Forestales con carácter de urgencia. Además, tienen previsto volver a realizar una concentración el próximo 8 de octubre en Madrid.
Este colectivo ha recordado que el estatuto, que ya fue aprobado en febrero de 2019 en el Senado, «no hace otra cosa que aglutinar toda la normativa nacional y europea vigente desde 2010 para su aplicación, y que el personal que forma estos servicios se rija desde unos mínimos básicos».
Reivindican que todos cuenten con los mismos medios, más formación, que les reconozcan la categoría de bombero forestal, la peligrosidad y que tengan en cuenta la edad de estos profesionales.
«No podemos permitir que algo tan básico se negocie en 17 mesas diferentes, debe de aplicarse la normativa de manera común a todo el personal de los diferentes dispositivos», han señalado.
«Cuando tenemos un accidente derivado del trabajo no tenemos reconocida la peligrosidad, toxicidad ni penosidad, por lo que no se considera una enfermedad laboral»
Cristina Pérez, delegada sindical de CGT Sarga, ha manifestado a los medios que «cuando tenemos un accidente derivado del trabajo no tenemos reconocida la peligrosidad, toxicidad ni penosidad, por lo que no se considera una enfermedad laboral».
Otra de las reivindicaciones de los profesionales es el coeficiente reductor por edad, como ha indicado el bombero Txetxu Molina, quien ha recordado que hay «en primera línea de llama» personas por encima de los 60 años.
Molina ha denunciado además que se juegan la vida por un contrato de cuatro meses al año con un sueldo que no llega los 1.200 euros. La nómina de un brigadista que trabaja para una empresa privada supera por poco los 1.000 euros y apenas le pagan 33 euros más como plus de peligrosidad. Además, su categoría profesional es de peón.
Fuente: Luna Izquierdo en contrainformacion.es