El “pelotazo” de la Ermita del Santo, un despropósito urbanístico

  • El Ayuntamiento de Madrid pretende aprobar una modificación del Plan General de Ordenación Urbana de Madrid de 1997 para la creación del Área de Planeamiento Específico 10.24 “Paseo de la Ermita del Santo” que ha suscitado un importante rechazo vecinal y a la que se han presentado más de 700 alegaciones.

  • El proyecto supondrá el cambio de uso de dotacional a residencial de una parcela de casi 50.000 metros cuadrados entre el Paseo de la Ermita del Santo y la Calle de Sepúlveda, y la construcción de más de 600 viviendas incluyendo dos rascacielos de 28 y 22 plantas respectivamente.

  • A juicio de Ecologistas en Acción, la operación empeorará significativamente las condiciones ambientales de la zona, carece de justificación desde el punto de vista social y medioambiental y responde únicamente a objetivos de rentabilización económica de los propietarios del suelo del ámbito de actuación.

En agosto de 2022 se conoció la intención del Ayuntamiento de Madrid de dar luz verde a una modificación puntual del Plan General de Ordenación Urbana de Madrid de 1997 con el objetivo de recalificar los terrenos ocupados por el centro comercial Ermita del Santo, en el distrito de Latina, y dedicarlos a uso residencial para la construcción de 600 nuevas viviendas y casi 2000 plazas de aparcamiento subterráneo. La operación, que  triplica la edificabilidad actual y casi dobla la de los ámbitos residenciales colindantes, ha sido calificada como “pelotazo” por diferentes medios de comunicación colectivos y asociaciones vecinales. El Ayuntamiento ha aprobado inicialmente el proyecto sin haber informado previamente ni facilitado ningún canal de participación o consulta al tejido social de la zona afectada por la modificación. Sin embargo, la operación ha suscitado un importante rechazo vecinal con la presentación de más de 700 alegaciones,

Ausencia de justificación desde el punto de vista del interés general

El principal argumento que se esgrime tanto en la memoria del proyecto como desde el área de Desarrollo Urbano del Ayuntamiento de Madrid para justificar la operación es una supuesta falta de viviendas en la zona. Se obvia de esta forma el hecho de que el verdadero problema en lo relativo a la vivienda no es la falta de disponibilidad sino la imposibilidad para cada vez más personas de acceder a una asequible, algo que esta operación no contribuye en modo alguno a paliar.

También se pretende justificar la nueva ordenación en una supuesta mejora de la conectividad norte-sur a través del ámbito de actuación, lo que es en el mejor de los casos poco relevante e incluso bastante discutible al incorporar el proyecto la creación de un viario a lo largo del límite sur de la parcela que de hecho genera una nueva barrera entre los parques de Caramuel y Ermita del Santo.

Para Ecologistas en Acción, la nueva ordenación no responde a criterios de interés general y parece motivarse únicamente por el interés particular de la propiedad de maximizar la rentabilidad económica del suelo.

Falta de consideración de las necesidades socioeconómicas de la población, particularmente servicios, dotaciones y empleo

Es muy llamativo que tratándose de una actuación de reforma interior en un tejido urbano plenamente consolidado y con déficits evidentes en cuanto a transporte público o dotaciones educativas y deportivas, no se aporte en la documentación del proyecto un análisis de la capacidad de las redes públicas existentes (equipamientos, espacios libres, transportes y comunicaciones) para recibir la carga adicional de más de 500 viviendas, ni un estudio de demandas y necesidades, tanto en materia de dotaciones y espacios libres como de otros servicios e infraestructuras públicas.

Por otra parte, aunque la propiedad y el Ayuntamiento de Madrid aseguran que la operación creará miles de empleos, no se analiza en la propuesta el impacto real sobre el empleo de la eliminación de las actividades comerciales y recreativas existentes.

Perjuicios medioambientales y paisajísticos muy significativos

La edificación en altura con torres de hasta 28 plantas, consecuencia de la desmedida edificabilidad concedida, generaría unos impactos evidentes sobre el principal valor paisajístico de las terrazas que descienden hacia el Manzanares en su margen derecha: la percepción del perfil de la ciudad que permite identificar sus elementos más significativos. Estas visuales que todavía se conservan desde algunos espacios abiertos y desde las calles que descienden hacia el río, como el parque de San Isidro o la calle de Sepúlveda, desaparecerían con las edificaciones propuestas.

El proyecto supone una importante pérdida de calidad de las zonas verdes en el ámbito afectado. Contempla la sustitución de 4000 m² de zonas verdes, incluyendo parte del Parque de la Cuña Verde, por equipamientos y nuevo viario, mientras que las nuevas zonas verdes propuestas tienen un carácter fragmentario, más propio de espacios interbloques privados, escasas dimensiones y problemas de soleamiento por la altura de las edificaciones. Además, en torno al 20 % se localizan sobre un garaje proyectado bajo rasante, lo que dificulta su consideración como espacio libre arbolado. La saturación y macización del espacio tendrá también efectos negativos sobre el efecto “isla de calor”, dificultando por tanto la adaptación al cambio climático.

Por otro lado, la afección sobre el arbolado sería muy importante y conllevaría la desaparición más que probable de casi el 70 % de los árboles existentes, decenas de ellos de gran porte y alto valor ambiental.

Los niveles habituales de contaminación atmosférica en la ciudad de Madrid, debidos principalmente al tráfico rodado, representan un problema de salud pública muy importante, que de hecho ha llevado a la Comisión Europea a presentar la semana pasada una propuesta de rebaja de los valores límite para distintos contaminantes ambientales, que dejarán  Madrid en  una situación de incumplimiento legal sistemático. La construcción de las casi 600 viviendas y 2000 plazas de aparcamiento y del nuevo viario en la Ermita del Santo generaría un aumento importante de la movilidad vehicular en los barrios afectados y en vías como la Calle 30 y sus accesos, con el consiguiente empeoramiento de la calidad del aire.

En términos de sostenibilidad la operación es un ejemplo de derroche de energía y recursos y tiene un considerable impacto climático, no siendo en absoluto desdeñables las emisiones de gases de efecto invernadero que se producirían como resultado de la demolición de las edificaciones existentes, que se encuentran  en perfecto estado, y la construcción de otras nuevas. Es este un aspecto que no puede pasarse por alto en el contexto de emergencia climática en que nos encontramos.

Por estos motivos, Ecologistas en Acción manifiesta su apoyo a las movilizaciones de las vecinas y vecinos de los barrios de Los Cármenes y Puerta del Ángel contra esta operación especulativa. La organización ecologista considera que el Ayuntamiento debe desistir de la tramitación del expediente de modificación puntual del Plan General de Ordenación Urbana de Madrid de 1997 para la creación del Área de Planeamiento Específico 10.24 “Paseo de la Ermita del Santo”, y abrir en todo caso un proceso de consulta y participación acerca de las posibles actuaciones futuras en el ámbito en el que el interés general y las demandas de los vecinos y vecinas sean tenidos en cuenta.

Fuente: ecologistasenaccion.org
Foto: Fotomontaje sobre el cuadro Pradera de San Isidro de Francisco de Goya

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