Con menos aglomeraciones y mejores precios que en verano, estos días festivos que se avecinan son una ocasión perfecta para realizar escapadas de ensueño y disfrutar de paisajes, actividades y gastronomía a los que el invierno les sienta muy bien
Ya tenemos el puente de diciembre a la vuelta de la esquina. Y este 2024 no puede haber caído mejor en el calendario: desde el viernes 6 al lunes 9, hay cuatro días por delante para planificar una escapada inolvidable.
Destinos ideales para el próximo puente
Si aún no has pensado en cómo disfrutarlo, te proponemos algunos viajes por España y la vecina Portugal que, sin duda, van a satisfacer tus expectativas de conocer paisajes asombrosos y disfrutar de buena gastronomía.
Pueblos negros de Guadalajara
En la frontera entre las provincias de Guadalajara, Segovia y Madrid se esconde este pequeño tesoro que toma su nombre de su arquitectura tradicional de pizarra negra.
Visitar estos pueblos en diciembre tiene el encanto especial de poder disfrutar de los paisajes montañosos y de la tranquilidad junto a una buena chimenea en alguno de los acogedores alojamientos rurales de la zona.
Entre sus localidades de postal, rodeadas de naturaleza, está Majaelrayo, con sus calles empedradas y punto de partida para realizar rutas de senderismo hacia la emblemática montaña del Ocejón.
Otra que no te puedes perder es Tamajón, la puerta de entrada a los Pueblos Negros, y donde se pueden admirar la iglesia románica y el cercano paraje de la Ciudad Encantada, con sus formaciones rocosas únicas.
Chorreras de Despeñalagua y Pico Ocejón (2049m). Valverde de los Arroyos, Guadalajara. Noviembre 2024. pic.twitter.com/gKbmESF8aW
— Canencia.en.fotografía (@CanenciaEnFotos) November 19, 2024
Más pueblos pintorescos son Campillo de Ranas, Robleluengo, Palancares o Valverde de los Arroyos, desde donde parte una de las rutas más conocidas hacia las Chorreras de Despeñalagua, una cascada que ahora puede estar parcialmente helada.
Para recobrar fuerzas, nada como probar las migas de pastor, el cabrito asado en horno de leña, los torreznos o la siempre reconfortante sopa castellana.
Sevilla y alrededores
Diciembre es un mes ideal para disfrutar de la capital cultural de Andalucía sin la amenaza sofocante del calor. En estas fechas, además, Sevilla ya cuenta con el encanto añadido de las luces navideñas.
Plaza de Espana in Seville's beautiful Maria Luisa Park is a stunning architectural marvel and one of the most spectacular squares in #Spain. #Seville pic.twitter.com/oVO9RBuwLY
— European Beauty (@MagicalEurope) August 9, 2019
Los imprescindibles de la ciudad hispalense son La Giralda y la catedral gótica; el Real Alcázar, un palacio mudéjar Patrimonio de la Humanidad; o el barrio de Santa Cruz con sus calles estrechas, casas encaladas y patios cuajados de flores.
Por supuesto, también la plaza de España, el parque de María Luisa y el barrio flamenco de Triana, donde puedes disfrutar de espectáculos y del mejor tapeo.
El puente puede aprovecharse igualmente para visitar otras localidades de la zona, todas a menos de una hora en coche, como Carmona, un pintoresco pueblo blanco con murallas y una necrópolis romana; o Itálica, cuyo anfiteatro del yacimiento romano de Santiponce fue escenario de Juego de Tronos, al igual que Osuna.
Y, por supuesto, el Parque Nacional de Doñana y El Rocío, un encantador pueblo de estilo tradicional, conocido por su famosa romería. También a una hora de Sevilla se encuentra Estepa, internacionalmente conocida por sus mantecados y polvorones.
Lanzarote, en las islas Canarias
Viajar en invierno a Lanzarote, en el archipiélago de las Islas Canarias, es una excelente elección para quienes buscan un destino cálido y soleado para escapar del frío peninsular (y conseguir precios más asequibles que en verano).
Su clima subtropical la convierte en un paraíso durante todo el año, con temperaturas que ahora oscilan entre los 18 °C y 22 °C y noches un poco más frescas, de unos 15 °C.
Excursiones que no pueden faltar son las del Parque Nacional de Timanfaya, con sus campos de lava y géiseres naturales; los Jameos del Agua, un centro de Arte, Cultura y Turismo creado por César Manrique en un espacio natural originado en el interior de un túnel volcánico; la Cueva de los Verdes o El Golfo, un lago de aguas de color fluorescente.
Las mejores playas lanzaroteñas son las de Papagayo, junto al núcleo turístico de Playa Blanca; la de Famara, en Teguise; Los Caletones, en Órzola; o las piscinas naturales de Los Charcones. La temperatura del agua en estas fechas ronda los 21 ºC.
Se cumple medio siglo de la de la declaración del Parque Nacional de Timanfaya.
— Fundación Biodiversidad (@FBiodiversidad) August 9, 2024
Una de las mejores muestras de terreno volcánico que se pueden ver en el mundo.
Ocres, naranjas y rojos contrastan con el verde del popular Charco de los Clicos y el azul intenso de su costa pic.twitter.com/3cAt8EYScb
No hay que marcharse de la isla sin visitar la Fundación César Manrique ni sin probar las papas arrugadas con mojo, la vieja, un pescado local, los quesos de cabra y los vinos de la región de La Geria (en especial el Malvasía), donde además se puede disfrutar de impresionantes paisajes volcánicos.
Algarve, en Portugal
Muy masificado durante el verano, el Algarve, la región más al sur de Portugal, con su clima mediterráneo de inviernos suaves, es sin duda una buena opción para una escapada este puente de diciembre.
Aunque sus aguas no sean ahora propicias para el baño, conviene no perderse sus espectaculares playas doradas con acantilados impresionantes. Algunas de las imprescindibles son la praia da Marinha, todo un icono en región, con formaciones rocosas únicas, la praia do Camilo con sus aguas cristalinas, o la larga praia de Falésia.
Lo ideal es planificar una ruta por sus encantadores pueblos, como Lagos, famoso por su puerto histórico; Albufeira y su animada vida nocturna; Tavira, para amantes de la arquitectura tradicional y la tranquilidad; o Sagres, perfecto para quienes buscan paisajes más salvajes.
En cuanto a la gastronomía, hay que probar la cataplana de mariscos, un guiso tradicional cocinado en una olla de cobre, las sardinas asadas, sobre todo en los pueblos pesqueros y los pasteles de nata (o de Belém), el archiconocido y adictivo postre portugués.
En la región se producen también interesantes vinos blancos y rosados así como el “medronho”, un aguardiente elaborado a partir de los frutos del madroño silvestre típico de las montañas del Algarve.
Fuente: Gloria Martín en tiempo.com