Tiene autorización para retirar 51 árboles, la mayoría de gran tamaño, para la construcción de una nueva conexión de Metro con la línea 11
“Ya están el alcalde, José Luis Martínez-Almeida, y el delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante, empezando las podas para las talas en Atocha, en los jardines Jimena Quirós, sin esperar el dictamen de la Unesco”. El aviso lo dejaba en redes sociales la asociación vecinal Retiro Norte, la más activa en la defensa de los árboles de esta parte de Madrid.
Operarios contratados por la Comunidad de Madrid iniciaban desde primera hora de este lunes los apeos de medio centenar de ejemplares, con la autorización del Ayuntamiento y las críticas en las aceras del movimiento No a la Tala, representado por varios ciudadanos y a los que se unieron políticos de la oposición como Reyes Maroto, portavoz del PSOE en la ciudad, o Nacho Murgui, edil de Más Madrid.
Entre los árboles amenazados están cuatro cedros del Himalaya, calificados como especie singular y que los vecinos de la zona han intentado proteger por su valor ambiental. Tanto vecinos como partidos políticos aseguran que eliminar los árboles previstos pondrá en peligro la declaración de protección de la Unesco de esta zona, la única de la capital que cuenta con este reconocimiento internacional.
“Hoy ha empezado la tala de los árboles del Paisaje de la Luz y desde aquí pedimos su paralización inmediata”, declaraba la portavoz de Más Madrid en el Ayuntamiento, Rita Maestre, al poco de comenzar la tala. “Tenemos un alcalde que desprecia el arbolado y que además está haciendo lo imposible para perder la Declaración de Patrimonio Mundial de la Unesco”, decía en un comunicado.
Para la jefa de la oposición “no hay justificación posible para esta tala”, más allá del “empecinamiento de Almeida y de la presidenta de la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso, por no aceptar las alternativas que se han puesto sobre la mesa para las obras de la línea 11 de Metro”. “Incluso la Comunidad de Madrid dejaba en manos del Ayuntamiento salvar algún árbol más y en lugar de esto, en lugar de estudiar otras opciones, Almeida lo que ha hecho es entrar arramplando como hizo en Madrid Río y también en el Parque de Comillas. Estamos a tiempo de frenar esta barbaridad, lo tiene Almeida en su mano”, ha advertido.
Reyes Maroto exige a Almeida que “tiene que dar la cara” ante las talas y lamenta que haya hecho caso omiso a la reunión prevista para la semana que viene entre Ayuntamiento, Comunidad y Ministerio de Cultura para abordar esta cuestión. El departamento que dirige el ministro Urtasun ya había advertido del peligro de acabar con este patrimonio natural dentro del Paisaje de la Luz. “El corazón verde del Paisaje de la Luz está siendo talado sin tener el permiso de la Unesco”, añadía Maroto.
En el aire la tala de 15 árboles
El delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante, confirmaba en mitad de la comisión de su área que el inicio de las talas cuenta con permiso municipal, y dejó abierta la posibilidad de que 15 de los 51 árboles señalados puedan salvarse, como apuntó como posibilidad la semana pasada la Comunidad a los vecinos, si el Ayuntamiento aceptaba cortar un carril de circulación para el almacenamiento del material de obra.
Carabante aseguró que el área está manteniendo periódicamente en reuniones con la Consejería de Transportes “para ver si durante la ejecución de la obra es posible minimizar esas afecciones”. “Si lo es, así se producirá”, ha remarcado, después de apostillar que la obra “es esencial, pero hay que hacerla con la menor afección posible”.
Fuente: Somos Madrid en eldiario.es
Fuente: Guillermo Hormigo en eldiario.es
“El alcalde sabe que hasta el cambio de un bordillo implica contar con permiso de la Unesco”, Juan Andrés Perelló
El exembajador nacional en el organismo de la ONU, que ocupaba el cargo cuando el reconocimiento se hizo efectivo “gracias a un trabajo inmenso de diplomacia”, advierte que “puede ser reversible si no se cumplen obligaciones” y cuestiona que Almeida no haya esperado el informe de Unesco.
“Se va a actuar sobre un bien que ya no solo es Patrimonio de Madrid, sino que es de la Humanidad. Por tanto, hay que consultar a quien representa a la Humanidad en materia de Patrimonio: la Unesco”. Así resume Juan Andrés Perelló sus suspicacias ante las talas que la Comunidad de Madrid, con el permiso del Ayuntamiento, ha empezado a ejecutar este lunes en el Paisaje de la Luz, más concretamente en el Paseo de la Infanta Isabel. Habla con conocimiento de causa, pues fue embajador de España ante el organismo de la ONU para la Educación, la Ciencia y la Cultura entre 2018 y 2021.
No en vano, la declaración del Paseo del Prado y el Buen Retiro, paisaje de las artes y las ciencias como Patrimonio Mundial se produjo cuando Perelló ocupaba dicho puesto, en julio de 2021. De ahí que no pueda mantenerse indiferente ahora que comienza a materializarse la eliminación de los 51 ejemplares que el consistorio planea erradicar por las obras de la línea 11 de Metro, entre ellos cuatro cedros del Himalaya calificados como especie singular en el Jardín de Jimena Quirós.
“Aunque ya no tengo el cargo, mucha gente me ha contactado porque saben lo complicado que fue lograr el reconocimiento. Conviene recordar que un primer momento la candidatura se recibió con un defer”. Esta respuesta del Comité del Patrimonio Mundial, que implica la petición de una reformulación en profundidad de la candidatura, suele suponer “el paso previo a la no inscripción”.
Diplomacia en el alambre
El también exvicepresidente de dicho Comité de Patrimonio Mundial explica que hubo que desplegar “un trabajo inmenso de diplomacia para darle la vuelta al informe técnico”. Recuerda además que el día en el que se votó finalmente la aprobación de la declaración en el salón de actos del Museo del Prado ya recalcó la responsabilidad que acarreaba: “Debemos ser conscientes de las obligaciones contraídas. El alcalde sabe que hasta el cambio de un bordillo implica contar con el permiso de la Unesco”.
Ahí radica la principal particularidad del caso, según el también exeurodiputado: “No basta con informes o permisos del servicio municipal de Urbanismo. No cuesta nada elevar un trámite de consulta al Centro de Patrimonio Mundial de Unesco y evitar que la declaración se ponga en riesgo. Porque claro que se puede poner en riesgo”. Cita el el intento de renovar las puertas de la Catedral de Burgos con un nuevo diseño de Antonio López, finalmente nunca ejecutado después del informe desfavorable de Unesco: “Lo principal es si se desvirtúa o no el bien, y eso solo lo puede decidir la entidad que ha concedido esa calificación”.
Si la modificación de los componentes implica también la de la integridad del enclave, la declaración se modifica. Eso puede pasar por las talas
De hecho, en el mismo Comité que reconoció el Paisaje de la Luz se expulsó del catálogo de bienes considerados como Patrimonio de la Humanidad a la zona portuaria de Liverpool, al considerar que el desarrollo urbanístico en el entorno había supuesto una “pérdida de cualidades irreversible”. “Si la modificación de los componentes implica también la de la integridad del enclave, la declaración se modifica. Eso puede pasar por edificaciones, pero también con talas y otras muchas actuaciones”, expone Perelló.
Perelló se muestra visiblemente molesto por la posibilidad de poner en riesgo un hito tan complejo de materializar: “No olvidemos que hasta la candidatura del Paisaje de la Luz, España nunca había conseguido revertir un defer. Ni siquiera lo había intentado. Por conseguir algo así criticamos en 2019 a Azerbaiyán, pero nos atrevimos a defender lo que antes habíamos criticado y a entablar relaciones diplomáticas. No sabes hasta qué nivel, algún día habrá que escribirlo”. España tuvo que conseguir el visto bueno de 20 de los 21 países del Comité para que Noruega se plegara a respaldar también su candidatura, ya que el país nórdico abogaba por cumplir con el informe técnico desfavorable. Con el relato de este proceso, Perelló trata de ilustrar lo “especialmente cuidadosas” que deben ser las administraciones madrileñas:
A la espera del informe de Unesco
“Todos los bienes del conjunto declarado inciden. Se vaya a cambiar una fachada, un pavimento o una serie de árboles es algo que deben consultarse con la Unesco. Hay que ver hasta qué punto llega la incidencia, pero los árboles del Paseo del la Infanta Isabel forman parte de la declaración de Patrimonio Mundial tanto como los de El Retiro”, sentencia. Perelló coincide con una de las reclamaciones de la Asociación Vecinal Retiro Norte: la pertinencia de haber esperado al dictamen de Unesco. “Si van a empezar las talas antes de que el informe se conozca, ¿para qué pedimos el informe?”, se pregunta.
Más allá de su condición de exembajador de España ante el organismo de Naciones Unidas, considera difícil de justificar este tipo de actuaciones “en un momento en el que aspiramos a un mundo verde, a ciudades con pulmones y a espacios que permitan la convivencia en la calle”.
“Hay países que están muy vigilantes y pueden decir ven cómo no les tenían que haber dado la declaración”, concluye. Está por ver si las máquinas excavadoras no arramplan solo con medio centenar de árboles, sino también con los logros trenzados en despachos y conversaciones diplomáticas.
Fuente: Guillermo Hormigo en eldiario.es