61 locales de apuestas se encuentran a menos de cien metros de distancia de centros escolares de primaria o secundaria en la capital. Es decir, si no existiese la incongruente moratoria de diez años que ha aprobado el Gobierno regional, deberían de estar hoy cerrados. Y si la distancia mínima de separación fuera de 500 metros en vez de 100 metros, apenas resistirían abiertos una docena en toda la ciudad. Estos son algunos de los datos que incluye el informe sobre los locales de juego y apuestas en Madrid que esta mañana ha presentado la FRAVM en el Espacio Vecinal Paco Caño, en Lavapiés, aprovechando la celebración del Día Mundial Sin Juegos de Azar.
Se trata de un documento que, acompañado de un mapa virtual que se encuentra alojado en el sitio web stopcasasdeapuestas.com, ha sido elaborado por el sociólogo Vicente Pérez Quintana tras un amplio trabajo de campo en el que han participado los colectivos de barrio que forman parte de la organización. Tal y como ha explicado el propio Pérez Quintana, en las últimas semanas las asociaciones vecinales han recorrido sus distritos para identificar los locales de apuestas y de juego que en estos momentos se encuentran activos, así como aquellos que hoy están cerrados, no han llegado a abrir o acogen otros negocios pero que se encuentran en el Censo de locales del Ayuntamiento de Madrid con la categoría de “juegos de azar y apuestas de gestión privada”.
Según este mapeo, en la actualidad Madrid tiene 400 locales de juego y apuestas activos, el 75% de los cuales está controlado por dos grandes empresas, Codere y Sportium, que cuentan con 148 establecimientos cada una. “Paradójicamente esta especie de duopolio no ha despertado el celo de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, tan pronta a intervenir cuando los ayuntamientos y las comunidades autónomas intentan poner freno a determinadas prácticas económicas llamadas “colaborativas”, sostiene Pérez Quintana en el informe. Sportium es propiedad del fondo buitre Blackstone, el mismo que se hizo con 1.860 de viviendas sociales de la Empresa Municipal de la Vivienda y Suelo en 2013 por un precio de auténtica ganga. Otros tres fondos se reparten la propiedad de Codere junto a la familia Martínez Sampedro: Silver Point, Prudential PLC y Abrams Capital.
El presidente de la FRAVM, Quique Villalobos, y una de las responsables del Grupo de Trabajo de Locales de Apuestas de la federación y miembro de la Asociación Vecinal Puente de Vallecas-San Diego, María José García Berral, han acompañado en su presentación a Pérez Quintana, que también es responsable de Urbanismo y Vivienda en la organización ciudadana. Precisamente San Diego, lugar de residencia de García Berral, es junto a Vista Alegre (Carabanchel) el barrio administrativo que acumula la mayor concentración de locales de apuestas de la ciudad: ambos tienen 21. Por detrás se sitúan Sol, con 20, y luego, con más de 7 locales pero a bastante distancia, Moscardó (Usera), Aluche (Latina), Bellas Vistas (Tetuán), Embajadores (Centro), Palos de Moguer (Arganzuela) y Quintana (Ciudad Lineal). 3,1 es la media de locales por barrio existente en la ciudad, y 37 de sus 131 barrios administrativos no tiene ni uno solo.
La distribución de estos inmuebles en el municipio no es nada homogénea: la mayoría se halla dentro de la margen occidental de la almendra central y en los barrios del sur próximos a la M-30. En posiciones periféricas hay pocos. Si ponemos el foco en el ámbito distrital, el 61% de los establecimientos se encuentra en Carabanchel (48 locales), Puente de Vallecas (44), Tetuán (35), Centro (31), Usera (32), Latina (27) y Ciudad Lineal (27). Se identifican por tanto fuertes aglomeraciones en seis zonas: Aluche-Vista Alegre-San Isidro, Moscardó-Almendrales, San Diego-Numancia, Sol, Bellas Vistas y Quintana, lugares donde sobresalen determinadas calles comerciales y sus entornos. Es el caso de la calle Bravo Murillo, que acumula 17 locales, Alcalá (15), Marcelo Usera (12), General Ricardos (10) o la avenida de la Albufera, con 8 establecimientos.
En general, y esto es algo exportable a toda la ciudad, las empresas de apuestas eligen para abrir sus negocios zonas de gran actividad comercial y afluencia de público, muy pobladas y de alta densidad. Pero aparte de esta relación fundamental con los ejes comerciales y espacios de aglomeración, ¿qué otras variables inciden en la localización de los locales de juego de gestión privada? En su estudio, de 60 páginas, Pérez Quintana utiliza una hipótesis clara: “las casas de juego son negocios en el sentido más estricto del término. Como tales, la estrategia de localización deberá responder a dos fuerzas: por una parte, el acercamiento a la demanda actual y potencial y, por otra parte, la reducción de los costes de implantación. En la medida en que ambas se contradigan, se formarán soluciones de compromiso, intermedias”.
En este marco introduce varias variables socioeconómicas y demográficas que cruza con la distribución de los locales por barrios. La primera es la renta media de los hogares. “La gran mayoría de los barrios que se hallan por encima de la renta media municipal o no tienen casas de juego o a lo sumo localizan 1 o 2. En cambio, la mayoría de los barrios que están por debajo de la media municipal tienen 3 o más. Más de la mitad de los barrios con 3 o más establecimientos se clasifican en los dos intervalos más bajos de la escala de rentas”, puede leerse en el documento. Es decir, estos negocios predominan en los barrios en los que la renta media de los hogares está por debajo de la media municipal. De ahí su acusada presencia en la zona sur, junto a Tetuán y Quintana.
Por otro lado, se cumple que los barrios “con menor intensidad del desempleo tienen pocas casas de juego y apuestas, mientras que éstas se concentran en los barrios con tasas altas y medias de desempleo”. Si atendemos al nivel de estudios de la población, “hay pocos locales en los barrios en que la población adulta tienen un alto nivel de estudios acabados y, al revés, hay muchos en los barrios en los que el nivel de estudios es bajo”. Hay que aclarar, sin embargo, que el grado de asociación de esta variable “no es fuerte en tanto que también hay muchos barrios con bajo nivel de estudios y pocos locales y al revés, barrios con nivel medio o alto y muchos locales”.
La correlación entre población de origen extranjero y zonas concentración de locales es, en cambio, muy notable. “A mayor proporción de extranjeros más locales, si bien igualmente ocurre que hay barrios con pocos extranjeros y muchos locales y viceversa. La mayoría de los barrios con ningún local o a lo sumo 1-2 tienen proporciones bajas de inmigrantes, mientras que la mayoría de los barrios con 7 o más locales tienen proporciones altas”, como sucede con Bellas Vistas, Quintana, Moscardó, Almendrales o Vista Alegre.
Por otro lado, las zonas que acumulan las mayores concentraciones de estos negocios “son barrios con precios de las viviendas -euros por metro cuadrado- más económicos que en el resto de la ciudad, con la excepción de los más céntricos (distritos de Centro, Chamberí y, en parte, Tetuán)”, señala el responsable de Vivienda y Urbanismo de la FRAVM en el estudio.
En resumen, parece que las empresas de apuestas buscan para ubicar sus negocios “zonas en las que la localización sea más barata y, al tiempo, zonas en las que la población residente tiene un nivel adquisitivo inferior a la media y un estatus social menos privilegiado, si bien por encima de los barrios más vulnerables”.