Trampas, mentiras, material sanitario, facturas y corrupción en la puerta del Sol

Mientras las buenas gentes de Madrid llenaban las despensas solidarias, se ofrecían para hacer la compra a sus vecinos más vulnerables o donaban mascarillas caseras, Ayuso aprovechaba para seguir favoreciendo a los suyos a costa de la sanidad de todos

Por unos momentos hasta el propio Partido Popular se hizo eco de un secreto a voces en Madrid: el Gobierno de la Comunidad ha utilizado la pandemia como coartada perfecta para llenar de dinero público los bolsillos del entorno de su presidenta, Isabel Díaz Ayuso. Ahora, hasta la Fiscalía Anticorrupción ha abierto una investigación sobre el caso después de la documentación presentada por Más Madrid y el resto de grupos de la oposición.

Utilizar las instituciones como mecanismo para hacer negocios y saquear el dinero público es, y ha sido, tristemente, una constante en los sucesivos gobiernos del Partido Popular en la Comunidad. Sin embargo, hoy nos encontramos ante un caso que choca con la última y más preciada fibra moral de nuestras sociedades. Y es que estos contratos fueron otorgados al entorno de Ayuso precisamente en los días de la pandemia en los que se registraba un mayor número de muertos, cuando estábamos en nuestras casas sufriendo, maniatados por la congoja y la incertidumbre. Unos días de shock en el que los familiares no pudieron ni abrazarse para enterrar sus muertos. Mientras, en los hospitales vivíamos una situación insostenible y muchas personas sufrían soledad, miedo y desesperanza.

Tal y como ha aprendido de Esperanza Aguirre y Javier Fernández Lasquetty, Ayuso ha encontrado en la contratación por vía de emergencia un método infalible para utilizar fondos públicos para enriquecer a personas cercanas. Un dinero que debía haber sido utilizado para hacer frente a los estragos de la pandemia.

Se trata de un mecanismo sencillo: para responder a la coyuntura pandémica se han tenido que rebajar los controles, las inspecciones y la supervisión de la contratación pública. Esa relajación ha sido utilizada de manera sistemática por el Gobierno de la Comunidad de Madrid para adjudicar contratos millonarios, muchas veces sin ser capaces de justificarlo de manera seria y rigurosa. Es precisamente esa fórmula la que les permite, a día de hoy, seguir otorgando contratos millonarios alrededor del Hospital Zendal. Sin embargo, en el caso de Tomás Díaz Ayuso han tenido que afinar un poco más el procedimiento.

Pese a esta laxitud en los controles de la contratación, siguen existiendo unas mínimas normas que deben cumplirse incluso en un escenario de total excepcionalidad como es la pandemia, como es la prohibición de contratar con familiares de los miembros del Gobierno. Es aquí donde aparece Daniel Alcázar, amigo de la infancia de los Ayuso y administrador de Priviet Sportive SL, la empresa agraciada con un millonario contrato por mascarillas pese a no tener experiencia en ese sector. Es así, utilizando a su amigo como testaferro, como Tomás Díaz Ayuso esquiva los tibios controles existentes y puede así recibir su preciada mordida de miles de euros. Pero es que además hemos conocido que las mascarillas se compraron por encima del precio de mercado, eran de una calidad inferior a la esperada y llegaron tarde.

Serán los tribunales los que aclaren qué grado de ilegalidad se ha cometido con este y con tantos otros contratos sospechosos. Y no cabe duda de que lo acabarán haciendo. Pero las responsabilidades políticas van más allá. En paralelo a la legalidad está la ética y la ejemplaridad. Y estos hechos son inadmisibles para un Gobierno cuya responsabilidad, en los momentos de zozobra y pánico, es cuidar a la población y ofrecer confianza.

Mientras las buenas gentes de Madrid llenaban las despensas solidarias, se ofrecían para hacer la compra a sus vecinos más vulnerables o donaban mascarillas caseras, Ayuso aprovechaba para seguir favoreciendo a los suyos a costa de la sanidad de todos. Es probable que las guerras internas del PP y la vorágine informativa engullan este caso, pero no podemos olvidar que todo esto ocurrió el 1 de abril de 2020, el mismo día que nuestro país registraba la mayor cifra de fallecidos por la Covid.

Fuente: Mónica García en eldiario.es

“Material sanitario gestionado por la presidenta”: Ayuso presumió de lograr pedidos de China, salvo el de su hermano

El Gobierno regional atribuyó a la presidenta la gestión directa de la adquisición de material sanitario en los peores momentos de la pandemia, pero ahora dice ignorar los detalles del polémico contrato que benefició a su hermano a través de un amigo de ambos

En plena primera ola de la pandemia, con casi mil muertos diarios en la Comunidad de Madrid por COVID-19, Isabel Díaz Ayuso quiso confrontar con el Gobierno central y la llegada de material sanitario fue uno de los temas que instrumentalizó para cumplir ese objetivo. La presidenta madrileña anunció que traería por su cuenta cargamentos desde China y se comprometió a gestionarlos personalmente. Cada avión que llegaba del país asiático era una oportunidad para presumir de esa gestión hasta el punto de que acudía personalmente a Barajas a recibirlos y dejaba claro en cada nota de prensa que los pedidos habían sido “gestionados directamente” por ella.

Ese autobombo de una dirigente que estaba en todos los detalles de la gestión del la COVID ha cambiado esta semana. El pasado jueves saltaba a la opinión pública que su hermano cobró una comisión por uno de esos pedidos de su Gobierno procedentes de China. La propia presidenta reconocía que un contrato a dedo de 1,5 millones de euros para la compra de mascarillas se adjudicó a una empresa propiedad de un amigo de su pueblo –algo que había desvelado elDiario.es en noviembre– y que su hermano, Tomás Díaz Ayuso, recibió una contraprestación. Pese a que aquel mes de abril de 2020 presumió de gestionar directamente los pedidos, Ayuso sostiene ahora que no supo de esa adjudicación y de la intermediación de su hermano hasta que el presidente del PP, Pablo Casado, se lo comunicó en una reunión en septiembre de 2021. Según su versión, su hermano le habría ocultado su relación laboral con Daniel Alcázar, amigo del pueblo y propietario de la empresa textil y ganadera que se llevó la adjudicación, a pesar de las dificultades que implicaba por aquel entonces conseguir material sanitario en lo que denominó un “mercado persa”.

El primer avión

El primer avión a Barajas desde China llegó el 2 de abril. Ese día aún con la presidenta madrileña confinada en el hotel Rome Mate con dos habitaciones de lujo a precio muy reducido, la Comunidad de Madrid informaba en nota de prensa de su llegada: “Se trata del primer avión de material sanitario gestionado por la presidenta, Isabel Díaz Ayuso”. Tal afirmación se repitió en otras notas posteriores.

La siguiente ocasión fue el 12 de abril. Isabel Díaz Ayuso llegó más de dos horas tarde a la conferencia de presidentes que presidía Pedro Sánchez y a la que acudían todos los líderes autonómicos para abordar la crisis de la COVID-19, aún en su peor momento. La cita era semanal, fijada todos los domingos a las diez de la mañana, pero ese día Ayuso prefirió saltársela durante dos horas para recibir personalmente un avión cargado de material sanitario procedente de China. Antes de llegar a conectarse a la reunión a las 11.50 horas, las fotografías de la presidenta de la Comunidad de Madrid ya estaban distribuidas a todos los medios de comunicación con una nota de prensa que añadía: “Díaz Ayuso recibe una carga récord de 113 toneladas de material sanitario […] que ha sido gestionado directamente por la presidenta”.

No era la primera vez que presumía de gestionar personalmente el material sanitario procedente de China, no sería tampoco la última: hay otras dos el 28 de abril y del 10 de junio. “Los aviones gestionados por la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, comenzaron a surtir con estos suministros el pasado 2 de abril en un dispositivo de transporte aéreo desde China que continúa abierto ante la pandemia”, recoge el último escrito.

Por aquellos días, con los hospitales colapsados y las residencias sin material ni atención médica, Ayuso presumía de supervisar y gestionar “directamente” todos los pedidos de material sanitario que había comprado su Gobierno. De esta forma trataba de enfrentar su gestión a la del Ejecutivo central.

Ahora, que aquellos aviones han salpicado a su hermano, Ayuso se desentiende: ni era conocedora de los pedidos ni los gestionaba “directamente” como afirman numerosos documentos distribuidos a la prensa aquellos meses de 2020.

La oposición ha presentado ya sendas denuncias en la Fiscalía Anticorrupción que esta semana informaba de que ha abierto ya una investigación por ese contrato.

Fuente: Fátima Caballero en eldiario.es

El argumentario a periodistas en el que la Comunidad de Madrid admite por primera vez que el hermano de Ayuso cobró 283.000 euros

El equipo de Isabel Díaz Ayuso reconoció este jueves en una explicación remitida por escrito a un grupo de periodistas que la cantidad percibida por el hermano de la presidenta coincide con la que citó Casado como indicios de una comisión ilegal y la achaca a cuatro trabajos distintos para Priviet Sportive

Un mensaje enviado a un grupo de periodistas por parte del equipo de Isabel Díaz Ayuso desvelaba este jueves lo que la Comunidad de Madrid no había querido admitir hasta ahora: que el hermano de la presidenta regional cobró de Priviet Sportive –la empresa que se llevó un contrato a dedo de 1,5 millones de euros en mascarillas– 283.000 euros por diferentes trabajos para la compañía. Es una cifra muy similar a la que una semana antes el hasta entonces líder del PP, Pablo Casado, dio en una entrevista en la Cadena Cope cuando aseguró que fueron 286.000 euros y habló de un posible delito de “tráfico de influencias”. Casado también insinuó entonces que Daniel Alcázar, amigo de Tomás Díaz Ayuso y propietario de la empresa, podría haber actuado de “testaferro” del hermano de la presidenta madrileña al haber usado su sociedad como intermediaria para poder contratar con la Comunidad de Madrid.

Las palabras de Casado, que nunca ha desvelado de dónde llegaron al PP esos datos bancarios y fiscales, tenían una respuesta inmediata de la propia Ayuso. La dirigente madrileña entró minutos después en ese mismo programa radiofónico y aseguró que no sabía de dónde había sacado esa cifra el presidente de su partido, unas cantidades que ella dijo desconocer. Solo apenas un par de horas después, la presidenta madrileña emitía un comunicado de folio y medio con membrete de la Comunidad de Madrid para dar otra cifra: 55.850 euros, que corresponderían a la comisión que su hermano habría cobrado por traer de China las mascarillas que compró el Gobierno regional. En ese mismo escrito, Ayuso mencionaba otras tres facturas que Priviet Sportive, la empresa del amigo de su familia, habría pagado a su hermano, pero no dio detalles de las cantidades. Argumentó que se trataba de otros trabajos que su hermano había desempeñado para esa empresa propiedad de un amigo de su pueblo y que Tomás Díaz Ayuso tenía derecho a su “privacidad”.

Todo cambia este jueves con un argumentario enviado desde el equipo de la presidenta a un grupo de periodistas. “Sobre las informaciones que siguen saliendo relativas al contrato Priviet Sportive: Tomás Díaz Ayuso factura a esta empresa un montante total de 283.000 euros en 2020. Eso se sustancia en cuatro facturas, correspondientes a cuatro trabajos diferentes”, comienza el mensaje enviado por el equipo de Ayuso a “determinados periodistas” en el que admite la cifra dada por Casado, según explica a elDiario.es un portavoz de la presidenta regional. En el mismo escrito enviado por whatsapp, se aclara que “esto se sustancia en cuatro facturas, correspondientes a cuatro trabajos diferentes”. E insisten: “de estas cuatro facturas, solo una de ellas tiene que ver con un contrato de la Comunidad de Madrid. Esa factura es de 55.850 euros, más IVA”.

Aunque la propia presidenta habló el pasado viernes en varias ocasiones en la Cadena COPE de que su hermano habría cobrado una “comisión”, el argumentario enviado a ciertos periodistas trata también de eliminar esa palabra del imaginario colectivo. “La factura a Priviet Sportive no es una comisión por obtener el contrato de la Administración, sino el cobro de las gestiones realizadas para conseguir el material en China y su traslado a Madrid. Es decir, es una contraprestación por su trabajo”, aseguran.

Con ese mensaje, la Comunidad de Madrid admite por primera vez que Tomás Díaz Ayuso facturó de Priviet Sportive 283.000 euros, una cantidad que, asegura, se cobra en cuatro facturas –que no han enseñado– por cuatro trabajos. El aún presidente del PP cifró la comisión del hermano de la presidenta madrileña en 286.000 euros, solo tres mil euros más de los que ahora se admiten.

elDiario.es ha preguntado al equipo de la presidenta qué criterios se siguieron para enviar ese argumentario a algunos periodistas. Un portavoz de Ayuso asegura que “se trata de una aclaración a determinados periodistas que están dando por bueno que Tomás Díaz Ayuso, facturó un total de 283.000 euros con la Comunidad de Madrid”. “Es una aclaración en relación a eso para especificar que solo hay una factura con la Comunidad Madrid (la del comunicado del viernes pasado) y que la facturación global responde al total de todos los trabajos que son las cuatro facturas de las que se hablaba en el comunicado del viernes”, añade.

Una periodista del programa Ya es Mediodía, que se emite en Telecinco, fue la primera en publicar esa versión de la Comunidad de Madrid, y posteriormente la misma versión fue ratificada a un redactor de El Confidencial, que se puso en contacto con el Gobierno regional para contrastar esa información.

El contrato en cuestión adjudicado al amigo de la familia Díaz Ayuso se adjudicó sin concurso público el 1 de abril de 2020, aprovechando los procedimientos de urgencia del primer estado de alarma. Priviet Sportive se dedicaba al negocio textil y ganadero, y no tenía ninguna experiencia previa en el sector sanitario ni tampoco había trabajado antes con la Comunidad de Madrid. Esta adjudicación por el procedimiento de urgencia es la primera y única relación contractual entre esta empresa y la administración regional. La oposición ha presentado ya sendas denuncias en la Fiscalía Anticorrupción que esta semana informaba de que ha abierto ya una investigación por ese contrato.

Fuente: Fátima Caballero en eldiario.es

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